NAUFRAGIO "SANTA ANA"

Los camarotes de cubierta del "Santa Ana" están vacíos

 Un grupo de buzos y una embarcación de Salvamento Marítimo trabajan en el rescate de los cuatro tripulantes
photo_camera Un grupo de buzos y una embarcación de Salvamento Marítimo trabajan en el rescate de los cuatro tripulantes

La avería en la lanza térmica que usan los buzos para hacer un boquete en el barco retrasa el rescate

n n n Los buzos que trabajan en el rescate de los cuatro tripulantes aún desaparecidos tras el naufragio el pasado lunes del pesquero Santa Ana, a media milla del Cabo Peñas, intentaron en la jornada de ayer abrir un hueco de metro y medio en el casco del barco para dar mayor celeridad en la búsqueda, pero una avería en la lanza térmica que estaban utilizando en la tarde de ayer impidió completar el trabajo, y les llevó a intentar entrar al pesquero por la zona del puente de mando donde consideran más probable que estén los cuerpos. 
El director de Operaciones de Salvamento Marítimo, Joaquín Maceiras, explicó a los periodistas, en una comparecencia matinal en la Autoridad Portuaria de Avilés, que los especialistas en actividades subacuáticas inspeccionaron y comprobaron que en los cuatro camarotes de cubierta así como sus correspondientes baños y pasillos no aparecen los cuerpos de los tripulantes desaparecidos. Maceiras abundó que la investigación se centra ahora en la proa de la embarcación, en la que hay tres camarotes, y también en la sala de máquinas.

facilitar el desescombro
Los buzos intentaron desde primeras horas de la mañana realizar un corte en el costado estribor del pesquero, a la altura del puente de navegación, coincidiendo con un camarote, de un tamaño aproximado de un metro y medio cuadrado. Esta maniobra en el barco, sumergido desde el naufragio del pasado lunes en una zona rocosa de fuertes corrientes, fue acometida con la lanza térmica, que se alimenta de oxígeno, que puede alcanzar temperaturas de más de 5.000 grados. La apertura de esta vía de acceso al pesquero facilitaría el desescombro en el barco, que contiene 2.500 cajas de pescado, con el objetivo de rescatar los cuerpos de los tripulantes desaparecidos.
La bonanza del tiempo prevista por los servicios meteorológicos   concede a los buzos la posibilidad de trabajar en las mismas condiciones en las que lo están haciendo hasta ahora, al menos hasta mañana, martes.
Tras el naufragio sólo pudo rescatarse con vida al segundo patrón del barco, Manuel Simal Sande, de 50 años y vecino de la localidad coruñesa de Muros, mientras que los cadáveres del primer patrón, el portugués Francisco Gomes Fragateiro, y del cocinero Manuel Indalecio Mayo Brea, natural de Muros, fueron recuperados en las primeras horas del rescate. Otros dos cadáveres, el del mecánico indonesio Suherman Hasan y el marinero gallego Lucas José Mayo, fueron rescatados el sábado y el viernes, respectivamente.
Siguen desaparecidos el gallego Manuel María Tajes (mecánico); el joven asturiano Marcos del Agua Chacón, alumno en prácticas; el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga, y el marinero indonesio Wasito. n 

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