Galicia

El acusado de Xermade niega haber participado en el crimen

Brais Lozano (c), único imputado por el crimen de Xermade, durante el juicio que comenzó ayer en Lugo.
photo_camera Brais Lozano (c), único imputado por el crimen de Xermade, durante el juicio que comenzó ayer en Lugo.

El único imputado reconoce que tenía miedo a su compañero en el asalto de Burgás, ya fallecido

n n n El único imputado por el doble crimen de Xermade, Brais Lozano, mantuvo en su declaración ante el jurado popular constituido ayer en la Audiencia Provincial que no participó directamente en los macabros sucesos de la casa de Burgás y que tampoco denunció al supuesto autor de los mismos, Juan José Calaza -conocido como El Pibe-, por "miedo".
El fiscal pedía inicialmente para ambos acusados veinticinco años de cárcel por cada uno de los asesinatos, de Víctor Hermida Purriños -de 75 años- y de su hijo Eulogio -de 51-, y otros 19 por el intento de asesinato de la esposa y madre de ambos fallecidos, Domitila Rodríguez Souto -de 78 años-, que resultó herida de gravedad, así como cinco años más por el delito de robo con violencia en la casa de Burgás.
La muerte de Juan José Calaza en prisión hace unos meses hizo que su responsabilidad quedase extinguida, de modo que Brais Lozano se sentó ayer en el banquillo para hacer frente a una petición de pena de 74 años de cárcel.

numerosas amenazas
A preguntas del ministerio fiscal, reconoció que no contó "la verdad" cuando fue interrogado por primera vez por los investigadores de la Guardia Civil como testigo, porque le tenía "miedo" al otro acusado, Juan José Calaza, a quien definió como "una persona violenta".
En cuanto al día de autos, explicó que ambos estuvieron consumiendo estupefacientes y, en un momento determinado, precisó, el otro acusado le empezó "a comer la cabeza" para ir a Xermade, porque había "mucho dinero y droga" que podrían conseguir fácilmente. 
Lozano negó conocer las verdaderas intenciones de El Pibe, incluso cuando accedieron por una ventana al interior de la casa y le dijo que se tapase la cara "por si la moscas". Según su versión, una vez dentro de la casa, no encontraron lo que buscaban en la cocina, por lo que Calaza le dijo que esperase allí, mientras el subía al piso de arriba. Después de esperar durante algo más de veinte minutos, un tiempo en el reconoció haber escuchado gritos que procedían del piso de arriba, le vinieron "muchos pensamientos a la cabeza" y decidió subir hasta la primera planta, donde se encontró con todo "revuelto" y la "casa toda desorganizada".
Al ver la sangre y que ninguno de los hombres gritaba ya, dijo que empezó darse cuenta de lo que estaba pasando, pero aún así no se atrevió a dejar la casa por temor a lo que Calaza podría haber hecho si lo dejaba allí tirado.
El letrado que se hizo cargo de la defensa de Lozano, Jorge Vázquez, dijo que la versión de Brais es creíble" y les recordó a las nueve personas que componen el jurado que "si hay dudas" sobre su culpabilidad deberían emitir un veredicto absolutorio.
En su escrito de acusación, expuesto en la vista oral, el fiscal sostiene que ambos acusados golpearon con una crueldad y saña extrema, al tiempo que interrogaban sobre la droga y el dinero que guardaban a las víctimas, causando la muerte a dos de ellos y grave lesiones a una tercera.n

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