El hombre acusado de haber asesinado a martillazos a su casero en la localidad coruñesa de Outes reconoció ayer que lo hizo en defensa propia tras sufrir "acoso y coacciones" y haber sido atacado "con un cuchillo", lo que provocó que actuase "presa del pánico".
Mirko S., de nacionalidad italiana y 32 años, testificó en la sección segunda de la Audiencia de A Coruña por unos hechos que ocurrieron la noche de San Juan de 2011, cuando acabó con la vida de Ramón Rúa Míguez tras golpearlo en la cabeza con un martillo.
El acusado, que había llegado apenas un mes antes a Galicia en busca de trabajo, sufrió durante semanas a un casero que "tenía una actitud coactiva y amenazante", pues entraba en su habitación "con los pantalones bajados para pedir felaciones" y en una ocasión "con una navaja", e incluso decía que si se negaba a sus peticiones lo echaría. Confesó que en ocasiones accedió a las pretensiones de su casero "para seguir en la casa" aunque le da "asco decirlo".n
