España

Torra elude a la Constitución y al rey en la toma de posesión

Torra, durante la toma de posesión, en presencia de Torrent.
photo_camera Torra, durante la toma de posesión, en presencia de Torrent.

El nuevo presidente de la Generalitat prometió el cargo "con fidelidad al pueblo de Cataluña"

 Quim Torra prometió ayer su cargo como president "con fidelidad al pueblo de Cataluña", en un acto desprovisto de la liturgia habitual, sin representantes del Gobierno del Estado y sin menciones a la Constitución ni al rey, mientras ya ultima su Govern, entre dudas sobre la "restitución" de consellers. El acto, celebrado en el Saló Verge de Montserrat del Palau de la Generalitat, duró apenas tres minutos, no incluyó ningún discurso y, según recalcó la Generalitat en un comunicado, se enmarcó "en la estricta legalidad catalana".
Luciendo un lazo amarillo en la solapa, con la "senyera" como única bandera de fondo y flanqueado por el presidente del Parlament, Roger Torrent, Torra tomó posesión con la misma fórmula que utilizó en 2016 Carles Puigdemont: "Prometo cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat, con fidelidad al pueblo de Cataluña, representado por el Parlament". Torra evitó colgarse el tradicional medallón que distingue a los presidentes de la Generalitat, que quedó encima de la mesa que presidía el salón, en un gesto simbólico para subrayar la excepcionalidad del momento, ya que sigue considerando que el "president legítimo" es Puigdemont.

sin presencia del gobierno
En el Saló Verge de Montserrat, de dimensiones más reducidas que el Salón de Sant Jordi donde anteriormente se habían celebrado las tomas de posesión, no había representantes del Gobierno ni apenas invitados, más allá de varios de sus familiares directos. El Gobierno no asistió al considerar que desde la Generalitat se le ha intentado "imponer el nivel de la delegación gubernamental", según fuentes del Ejecutivo.
Según el Gobierno, "el modelo de acto organizado por la Generalitat degrada la propia dignidad de la institución". Por el contrario, fuentes de la administración catalana alegaron que era "un acto de la Generalitat sobre el cual el Govern de Cataluña tiene toda la libertad, porque es un acto no reglado". La Generalitat, señalaron las mismas fuentes, "aceptaba una presencia del Estado de perfil secundario, de acuerdo con el perfil sobrio del acto y para evidenciar la no normalidad del momento político", pero el Gobierno "no estuvo de acuerdo con este perfil".
Desde Barcelona, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, restó importancia a la ausencia de miembros del Gobierno en el acto porque lo "relevante" es que haya ya un Govern que empiece a "dialogar y a negociar" en el marco de la ley. Torra, que hoy tiene previsto visitar a los presos soberanistas en las cárceles madrileñas de Estremera, Soto del Real y Alcalá-Meco, ultima los últimos flecos de su Govern, en el que se sigue sopesando la posibilidad de "restituir" a exconsellers cesados con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Fuentes soberanistas señalaron que el exconseller de Cultura Lluís Puig, uno de los nombres que sonaba para asumir la cartera que tenía antes del 155, ha visto modificada su situación procesal al ser rechazada por Bélgica la euroorden que pesaba sobre él, por lo que debería venir a Barcelona para tomar posesión, algo hoy impensable. n

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