Preocupa la imagen que pueda transmitirse al exterior y que se produzcan incidentes "más graves"
Las agencias de viajes pusieron de manifiesto la preocupación del sector por la actual ola de "turismofobia", en una jornada en la que se registraron nuevos incidentes, entre ellos el lanzamiento de pintura roja contra la sede de la Agencia Vasca de Turismo (Basquetour), en Bilbao.
El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (Feaav), Rafael Gallego, reconoció, en Las Palmas de Gran Canaria, que el sector vive con "mucha preocupación" la imagen que trasladan al exterior los episodios de "turismofobia" y advirtió del peligro de que se produzca un incidente grave. Gallego pidió a los responsables políticos que eliminen de sus discursos cualquier atisbo de permisividad hacia este tipo de comportamientos.
Asimismo, el director de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA) en España, Alfredo Serrano, aseguró que, de momento, no le consta ningún rechazo al desembarco de cruceristas en los puertos españoles, pero admitió que las protestas actuales podrían terminar pasando factura al sector. "El turista de crucero toma las decisiones con mucha antelación; entonces es posible que los mensajes generen preocupación, que no sepa si son hechos aislados o algo más y, por ello, elija otras opciones", explicó.
Serrano subrayó que el turismo de crucero no es el responsable de congestionar los destinos, de la subida de los alquileres en los barrios turísticos o de los altercados.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy insistió en que atacar al sector turístico es un "sinsentido" y un "disparate". Mientras, el portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, rechazó los actos vandálicos contra el turismo y defendió un crecimiento equilibrado del sector.
A pesar de eso, los incidentes se repiten. En Baleares, la entidad juvenil independentista Endavant Mallorca colocó un millar de pegatinas en vehículos de alquiler con mensajes como "Este coche sobra" o "El turismo mata Mallorca".
