Elecciones 24-M

Rajoy, abierto a los pactos, descarta hacer cambios en el PP y el Gobierno

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia de ayer.
photo_camera El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia de ayer.

Miembros de la directiva nacional reconocen la necesidad de renovación y que la marca del partido genera mucho "rechazo"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó ayer que vaya a llevar a cabo cambios en el Ejecutivo y en el PP tras los resultados de las elecciones del domingo y tras las que asume que serán necesarios pactos en muchos territorios, pero advierte de que no puede haber exigencias previas a la negociación.
En la que fue su primera comparecencia en este escenario desde mayo de 2012 y acompañado por los miembros de la cúpula del partido, entre ellos su "número dos", María Dolores de Cospedal, el jefe del Ejecutivo consideró "incontestable" la victoria del PP en esas elecciones. Destacó que aventaja en dos puntos al PSOE, es la primera fuerza en concejales, ganó las municipales en la mayoría de las comunidades y provincias y en 39 capitales, y las autonómicas en nueve de las 13 comunidades en las que se celebraron. Pero reconoció que no puede estar satisfecho.
"Negar esto sería tan absurdo como negar que hemos ganado las elecciones. No me voy a refugiar en haber sido el partido más votado. Aspiramos a mucho más. Aspiramos a ser más próximos, más cercanos y comunicar más con los españoles", expuso Rajoy antes de considerar que los resultados merecen un análisis más tranquilo y detallado. Pero en ese análisis ratificó su intención de ser candidato a la reelección en las próximas generales y apuntó que no prevé hacer cambios en el PP ni en el Gobierno. "No me parece que el problema venga de cambiar o de dejar de cambiar", apostilló.
A la espera de una reflexión en profundidad sobre el resultado del PP, reconoció que las consecuencias de la crisis y los casos de corrupción que afectaron a dirigentes de su partido le pasaron factura. Con los resultados en la mano, apostó por una estabilidad política que pasa por pactar con otros partidos.
Y ante esa negociación que se avecina, afirmó que el PP va a ofrecer pactos "transparentes y estables" donde no tenga mayoría y defenderá siempre que gobierne la lista más votada. Pero advirtió de que tiene "poco sentido" entrar en una discusión preliminar sobre exigencias concretas, como "el famoso debate de Chaves y Griñán", en alusión a las demanda de Ciudadanos a Susana Díaz de que esos dos dirigentes renuncien a sus cargos para apoyar su investidura como presidenta andaluza.

sin conversaciones locales
El jefe del Ejecutivo explicó que, de momento, no habló con ningún líder de otro partido tras los resultados de ayer. Respecto a las opciones del PP en las generales, se mostró "absolutamente convencido" de que los españoles sabrán reconocer el esfuerzo realizado para lograr la recuperación económica.
El mensaje de los barones que hablaron a la salida de la reunión del Comité Ejecutivo fue absolutamente unánime: Algo se hizo mal, la marca Partido Popular genera rechazo y urge analizar lo ocurrido y tomar medidas correctoras antes de las elecciones generales.
Entre ellas, la presidenta en funciones de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quien asumió que "el mapa azul se va a convertir en rojo" y recordó que ya hubo un aviso en las elecciones europeas del año pasado.
En la erosión de la marca PP coincidieron la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, y el presidente valenciano, Alberto Fabra, quien reconoció la necesidad de cambiar cosas para mejorar la conexión con la sociedad, aunque "no necesariamente" hay que sustituir caras conocidas.
También el presidente en funciones de las Islas Baleares, José Ramón Bauzá, pidió reconocer que "aquí ha pasado algo" y que en algo se equivocó el Partido Popular, pues de lo contrario no habría obtenido esos resultados. "Hay que analizar la situación, porque de los errores se aprende", declaró.

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