El magistrado Pablo Llarena considera que el plan para proclamar la independencia permanece "latente" a pesar del 155
El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena envió a prisión al candidato a la Presidencia de la Generalitat Jordi Turull, a Carme Forcadell y a tres exconsellers en una jornada en la que procesó a 25 implicados en el "procés", 13 por rebelión. El magistrado sentó las bases de su acusación contra la cúpula del proceso soberanista a partir de dos conceptos claves: hubo violencia alentada desde las instituciones en el camino hacia la independencia y ese plan no fue desactivado por el artículo 155 de la Constitución, sino que permanece "latente" a la espera de reactivarlo cuando sea posible.
Así lo plasmó en su auto de procesamiento y esos principios fundamentan su auto de prisión dictado contra Turull, Forcadell y los exconsellers Raül Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa, pues justifica esa medida en el riesgo de que vuelvan a delinquir y en el de que se fuguen (agravado por la huida de Marta Rovira).
El juez Llarena, de acuerdo con el criterio del fiscal, envió a prisión a Jordi Turull en la víspera del pleno del Parlamento catalán en la que se iba a votar por segunda vez su investidura como presidente de la Generalitat. Turull, por boca de su abogado, pidió que el pleno de hoy se mantenga y que le voten como presidente "por dignidad".
Junto a él, volvieron a la cárcel de Estremera Raül Romeva y Josep Rull y a la de Alcalá Meco Carme Forcadell y Dolors Bassa (quienes no esquiveron la prisión a pesar de renunciar el jueves a su escaño). En el auto de prisión, el juez aprecia "un grave riesgo de fuga" de los procesados y de que vuelvan a delinquir, y se remite a su actuación pasada, cuando incumplieron las decisiones del Constitucional "de manera contumaz y sistemática durante los últimos años".
Reacciones encontradas
Una vez más, las redes sociales sirvieron para que los acusados se pronunciasen. "Conciencia tranquila y cabeza bien alta. Hoy nos encarcelan físicamente en la prisión pero no pueden encerrar nuestras ideas", escribió Forcadell en Twitter.
La misma vía que eligió Romeva para expresarse. El exconseller indicó que reingresa en prisión "con la conciencia muy tranquila y la cabeza bien alta", mientras que la exconsellera Dolors Bassa, también republicana, remarcó que va a defenderse porque no se considera una delincuente.
Opiniones que se extendieron al resto de partidos políticos. Y al propio Gobierno central que, según fuentes próximas, se limitó a expresar su respeto a la decisión del juez Llarena.
PDeCAT y Esquerra llamaron a "movilizarse en las calles", aunque matizaron que debe hacerse "con calma y tranquilidad". El líder de los comunes en el Parlament, Xavier Domènech, calificó de "absolutamente intolerable" la decisión judicial, mientras que el líder popular en Cataluña, Xavier García Albiol, reclamó que se suspenda el nuevo pleno de investidura previsto para hoy.
Desde el ámbito nacional, Podemos y PNV fueron muy críticos con la medida tomada por el magistrado, mientras que Ciudadanos, a través del Twitter de su número uno en Cataluña, Inés Arrimadas ,señaló que "necesitamos seny (sentido común) y un gobierno que respete las leyes y a todos los catalanes".n
