La iniciativa protegerá también a los peatones y condenará el abandono del lugar del accidente
El PP quiere endurecer las penas por atropellos de ciclistas y peatones ante el aumento de casos y la evidencia de que los automovilistas no tienen la sensibilidad suficiente, como prueba un informe que refleja que la mitad de los conductores no respeta la distancia de seguridad al adelantar a una bicicleta. El PP presentó una proposición de ley para modificar el Código Penal con una serie de medidas para atajar la sangría de accidentes que, solo en lo que va de año, se cobró la vida de 21 ciclistas en las carreteras españolas.
Los ministros de Justicia y de Interior, Rafael Catalá y Juan Ignacio Zoido, respectivamente, y representantes de los ciclistas comparecieron junto al portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, para respaldar esta iniciativa, destinada a perfeccionar la definición y el castigo de las imprudencias graves y muy graves al volante. Así, se traducirá en medidas concretas como el incremento de los cuatro años actuales hasta nueve de las penas máximas por causar la muerte a varios ciclistas o peatones.
También se introducirá el delito de abandono del lugar del accidente cuando hubiera previsiblemente víctimas graves o mortales. Se sancionará de esta manera con hasta cuatro años de cárcel "la maldad intrínseca al abandono de quien sabe que deja atrás a alguien que pudiera estar lesionado o incluso fallecido". Siempre que se cometa una imprudencia por exceso de velocidad, consumo de alcohol o drogas, se considerará grave.
Por su parte, la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y el Real Automóvil Club de España (RACE) rechazaron la propuesta de los populares tras conocerla, mientras que la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA y la plataforma STOP Accidentes la valoran positivamente, aunque la consideran "insuficiente".
Medidas complementarias
La Dirección General de Tráfico, con independencia de los cambios legales que se impulsen desde el Gobierno, ultima dos instrucciones para reducir los comportamientos de riesgo en las carreteras españolas.
La primera de ellas, enfocada al consumo de alcohol y drogas al volante, supondrá un incremento en el número de controles, así como en la mejora de los sistemas de detección utilizados en estos dispositivos. También se pretende ganar agilidad a la hora de realizarlos para evitar que unos conductores avisen a otros de su ubicación mediante el uso de las redes sociales.
La segunda de las instrucciones, según señaló el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, estará relacionada con el control del exceso de velocidad, para lo buscarán aumentar la eficacia de los radares en la detección de estas infracciones, ya que debido a ellas se producen "una parte muy importante de los accidentes mortales en España", afirmó.
Un estudio deja en evidencia los malos hábitos de los conductores
La iniciativa se presentó al mismo tiempo que se daba a conocer un estudio sobre Hábitos de Conducción en España realizado por el Centro de Estudios de Seguridad Vial "Ponle Freno-Axa" que deja constancia de esa vulnerabilidad. Sus principales conclusiones son que el 51% de los conductores reconoce que no respeta la distancia de seguridad de un metro y medio al adelantar a un ciclista y un porcentaje ligeramente menor, el 44%, admite que invade alguna vez el carril bici.
El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, asistió a la presentación de un estudio que revela que el 50% de los conductores declara que alguna vez condujo tras beber alcohol y un 14% lo hace con cierta frecuencia. En cuanto a las drogas, el 24% confiesa que se puso al volante alguna vez bajo sus efectos y el 13% lo hace con frecuencia.
Además, uno de cada cuatro conductores contesta que habla por teléfono sin manos libres o lee mensajes de texto mientras conduce, el 18% los escribe mientras circula y el35 % manipula el navegador en marcha. El 31 % de los encuestados reconoce que condujo alguna vez sin llevar el cinturón de seguridad, y en el caso de los motoristas, el 40% admite que lo hizo sin utilizar el casco.
Uno de cada tres usuarios desconoce la normativa sobre los sistemas de retención infantil, que dice que los menores con estatura igual o inferior a 135 centímetros deben usar sillas homologadas y debidamente aseguradas. Y seis de cada diez españoles señalan que condujeron después de tomar medicamentos.n
