ELECCIONES ANDALUZAS

PP y Cs se postulan para gobernar, y Díaz desoye las indicaciones de Ferraz

Susana Díaz, al inicio de la comparecencia pública que ofreció en Sevilla.
photo_camera Susana Díaz, al inicio de la comparecencia pública que ofreció en Sevilla.

La dirección del PSOE empuja a Susana Díaz a la dimisión tras el fiasco electoral pero ella se niega y pide el apoyo de C's.  Vox anuncia que facilitará el desalojo de los socialistas del poder mientras PP y Ciudadanos pugnan por la presidencia. Sorpresa en la comunidad andaluza en Vigo por el vuelco histórico. La irrupción de la ultraderecha revoluciona toda la política española y condiciona ya decisiones y calendarios.

 El PP y Ciudadanos expusieron ayer sus primeras intenciones en Andalucía, donde, como segunda y tercera fuerza, con 26 y 21 escaños, respectivamente, en un Parlamento autonómico de 109 diputados, pretenden gobernar mediante pactos, en los que Vox, con 12, desempeñaría un papel destacado, por detrás de un PSOE, con 33, que ha gobernado la autonomía durante 36 años seguidos, y que a nivel nacional abre la puerta a la dimisión de Susana Díaz, aunque su ejecutiva regional la ratificó. Completa el reparto de escaños

Adelante Andalucía, marca electoral de Podemos en la región, con 17 diputados.
El día después de las elecciones autonómicas dejó claro que el panorama político andaluz no será fácil de despejar, ya que los diferentes actores quieren su papel protagonista y no están dispuestos a mostrar sus cartas desde el primer momento.

La dirección federal del PSOE abrió ayer la puerta a la dimisión de Díaz al frente de los socialistas andaluces si fuera necesario para garantizar la gobernabilidad de Andalucía, una posibilidad que cerró la presidenta en funciones de la Junta, que recibió la confianza de le Ejecutiva regional del partido. "Todos tenemos muy asumido que nuestro papel está subordinado al éxito de nuestro proyecto político y con generosidad todos estamos a disposición de la organización",  dijo el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Díaz se agarra al sillón
Sin embargo, Susana Díaz, en una comparecencia ante los periodistas, sostuvo que ha ganado las elecciones, que quiere formar gobierno y que habría dimitido si hubiera perdido. La intención de Díaz es que Cs apoye al PSOE y para ello se pondrá en contacto con todos los partidos constitucionalistas, entre los que no incluye a Vox, al que sitúa "en la extrema derecha".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evitó hacer declaraciones en Polonia sobre el resultado, y su único comentario público al respecto fue un tuit en el que se ratifica en su proyecto político frente al miedo.
El líder del PP andaluz, Juanma Moreno, instó a la socialista a que no se agarre a "un clavo ardiendo" buscando "pactos imposibles" porque su tiempo en Andalucía "ha pasado", y pidió a Ciudadanos y a Vox que no estén pensando en "cálculos electorales" y se avengan a pactar con él. Moreno confía en "entenderse" con Ciudadanos porque los andaluces "no perdonarían un ejercicio de tacticismo político o de ombliguismo" y también considera que están capacitados para llegar a "un punto de encuentro" con Vox.
En esa misma línea, el líder del PP, Pablo Casado, reclamó a los demás partidos que no busquen algún tipo de "geometría electoral variable" para evitar que sea su partido el que lidere el cambio.
Por su parte, el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, ha pedido al PP y al PSOE que sean "responsables" y no bloqueen un cambio en Andalucía, aunque en última instancia, si no hay un acuerdo, no ha descartado "ningún escenario", incluida la opción de Vox, para que gobierne el candidato naranja, Juan Marín.
 s pone sobre la mesa un gobierno en solitario con apoyo del PP y del PSOE y solo cierra la puerta a la posibilidad de que gobiernen los socialistas.
El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, emplazó  a Díaz a plantearse "poder apoyar" un gobierno de su partido, al que tras los resultados electorales ve "legitimado" para presidir la Junta de Andalucía. n

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