Tras su suicidio se descubrió una carta en la que justificaba su acción para que los niños "no sufrieran"
nnn Los dos hermanos de 13 y 8 años asesinados el pasado martes en Getafe (Madrid) murieron ahogados presuntamente por su padre, que luego les trasladó a un dormitorio, prendió fuego a la estancia y después se suicidó tirándose al paso de un tren, con una nota manuscrita en la que justificaba su acción para que los pequeños no sufrieran más. Así lo explicaron ayer fuentes de la investigación, que precisaron que la madre de los pequeños, que hasta primera hora de la tarde no pudo declarar al encontrarse en shock, explicó que no habían iniciado ningún proceso de separación y que la única explicación de lo ocurrido es que a su pareja se le hubiera "ido la cabeza".
En la mañada de ayer se practicó en el Instituto Anatómico Forense la autopsia a los cuerpos de Alejandro, de 13 años, y Marina, de 8, para determinar cómo fallecieron, así como a su padre, José Alberto G.L., quien no tenía antecedentes policiales ni denuncias por parte de su mujer y madre de los niños. Las autopsias de los niños desvelaron que se encontraron restos de agua en los pulmones, pero ninguna sustancia relacionada con el fuego, de manera que los investigadores creen que fueron ahogados antes del incendio.
Además, trascendió que los investigadores encontraron entre las ropas del padre una nota manuscrita en la que justificaba su acción para que los pequeños no sufrieran, sobre todo por la parálisis cerebral que el mayor padecía. Las fuentes precisaron que José Alberto no trabajaba y estaba dedicado plenamente a la atención de su hijo mayor.
testimonios
De hecho, los vecinos de la familia destacaron ayer el amor que este les tenía y cómo cuidaba a su hijo con discapacidad, en una concentración en la plaza del Ayuntamiento de Getafe en la que cientos de personas rindieron homenaje a los niños fallecidos y expresaron su apoyo a la madre. Una vecina de un portal contiguo al de los hechos dijeron que tanto la madre como el padre "querían un montón" a sus hijos y que el progenitor "se desvivía por ellos y les cuidaba de la mejor manera en que podía". Esta vecina contó que se mudaron "hace un par de años" a esa vivienda "precisamente por el hijo mayor", ya que el piso bajo tenía mejor accesibilidad para su silla de ruedas.
Por su parte, una barrendera de la zona, María del Mar, que conocía al padre y al hijo mayor, criticó que haya personas que levanten "falso testimonio" y afirmen que el padre maltrataba a sus hijos, ya que ella vio "que se moría por él", en alusión a Alejandro. María del Mar habló el domingo con el presunto parricida, quien le dijo que su hijo "estaba inquieto" y que no sabía qué le podía pasar.
Otra vecina de la plaza Benjamín Palencia, donde se encuentra la vivienda en la que murieron los niños, aseguró a los medios que solía ver al padre junto a su hijo en una silla de ruedas y que siempre actuaba "como una persona normal".
En la concentración participaron la alcaldesa de la ciudad, Sara Hernández, varios ediles de la corporación municipal, algunos alumnos del colegio en el que trabajaba la madre de los menores y compañeros de esta en la asociación Alma de lucha por los derechos de niños con pluridiscapacidad.
solidaridad vecinal
La alcaldesa envió un mensaje de "cariño, de solidaridad, un mensaje caluroso y un abrazo fraternal" a la madre de las víctimas y a sus familiares y amigos "por los momentos difíciles por los que están pasando". Según Hernández, con la concentración ciudadana y con los tres días de luto oficial decretados por el Consistorio de la localidad madrileña se trata de devolver a la madre de las víctimas "toda la solidaridad que, durante muchos años de trabajo, de esfuerzo, de implicación en el movimiento asociativo, ha hecho para hacer de Getafe una ciudad mejor", reseñó la regidora. n
