España

Moderados y conservadores, dos almas en guerra por el control del PP

Pablo Casado representaría el ala más cercana a Aznar y Soraya Sáenz de Santamaría encajaría más con el perfil de Rajoy

nnnConservador o moderado. Centro o derecha. Con su refundación, en 1989, el PP acabó con los dilemas sobre su definición y logró aunar bajo sus siglas todo el espectro político a la derecha del PSOE, lo que puso las bases para sus éxitos electorales posteriores. Ahora, en el estreno de las primarias, sus dos almas planean sobre la contienda.
Los candidatos a dirigir el PP han evitado atribuirse una u otra posición, pero durante la campaña ha calado la percepción que identifica a Soraya Sáenz de Santamaría con un perfil más moderado y próximo a Mariano Rajoy, y a Pablo Casado con otro más conservador y cercano a Aznar, líder del partido entre 1990 y 2004.
Durante casi tres décadas, el PP no ha tenido que preocuparse excesivamente de su posicionamiento ideológico porque su hegemonía en el centro derecha era absoluta, pero la irrupción de un competidor directo, Ciudadanos, ha supuesto que decantarse más o menos hacia la derecha pueda tener efectos electorales.
De acuerdo con los datos de los estudios del CIS, en el eje izquierda-derecha los encuestados sitúan a Ciudadanos a la izquierda del PP, en una posición más centrada. La formación que encabeza Albert Rivera ha fundamentado su veloz crecimiento en los electores de centro, sobre todo en los antiguos votantes del PP, aunque en los últimos meses y de la mano de la crisis abierta por el desafío independentista en Cataluña, el partido naranja ha logrado también atraer votantes situados a la derecha.
Durante la campaña, Sáenz de Santamaría ha puesto el acento en su capacidad de gestión, que fundamenta en su labor como vicepresidenta del Gobierno entre 2011 y 2018, se ha presentado como garantía de éxitos electorales y en cuanto a ideario se ha remitido al del PP, sin más concreciones.
Enfrente, Casado ha puesto énfasis en la renovación, que ha vinculado a su juventud y ausencia de "mochila" política, y al tiempo ha incidido en algunos temas que conectan bien con un sector del partido pero que implican una crítica al Gobierno de Mariano Rajoy, bajada de impuestos, derogación de la actual ley del aborto y mayor contundencia en la actuación frente al secesionismo.
Casado ha captado el apoyo de todos los aspirantes que concurrieron a la primera vuelta, incluido el de Dolores de Cospedal, secretaria general del partido y tercera en la votación entre los afiliados del 5 de julio, en tanto Sáenz de Santamaría ha reclamado en vano una lista de unidad encabezada por ella, la más votada entre los militantes.

aquel congreso de valencia
Algunos analistas conectan el enfrentamiento entre Casado y Sáenz de Santamaría con el Congreso de Valencia en 2008, que supuso la ruptura de Rajoy con el círculo próximo a Aznar. Rajoy no tuvo entonces rival, pero la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, con postulados cercanos a los de Aznar, amagó con la posibilidad de presentarse, aunque finalmente la descartó. Aguirre, como otros dirigentes de la época de Aznar, y de modo indirecto el propio ex presidente del Gobierno, se alinean ahora con Casado, mientras Sáenz de Santamaría representa la herencia y la continuidad de Rajoy.
Para sus seguidores, el perfil de Casado, joven y sin lastres, es ideal para recuperar los votos perdidos. Sus oponentes, sin embargo, ven en su defensa de las "esencias del PP" una hipoteca que puede alejar al partido del electorado de centro. En el caso de la exvicepresidenta, los adversarios señalan como su flanco más débil lo que sus partidarios subrayan como su mayor fortaleza, la política para frenar el desafío independentista. 
 

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