El abogado del expresidente catalán asegura que su cliente no abandonará Bélgica, por ahora
nnn El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena acordó retirar las órdenes europeas de detención (OED) dictadas contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y los exconsejeros huidos a Bélgica con el objetivo de evitar que la Justicia belga restrinja los delitos por los que se les acusa en España y conseguir así que todo el antiguo Govern sea investigado en igualdad de condiciones. El auto de Llarena hace referencia a las órdenes europeas de detención, aunque no a la nacional, de modo que los cinco fugados dejan de estar en búsqueda y captura en Europa, pero si regresan a España serán detenidos. El magistrado tampoco hace mención a las órdenes internacionales que también emitió la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
El juez considera que se deben retirar las órdenes europeas de detención contra Puigdemont y los exconsejeros Antonio Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí porque, como juez instructor de la causa contra el denominado "procés", está investigando un "delito de naturaleza plurisubjetiva dotado de unidad jurídica inseparable", lo que requiere una "única contestación para evitar respuestas contradictorias". La intención del magistrado es evitar que la Justicia belga pueda diferir, a la hora de la entrega de los imputados, en lo referente a la tipificación de los cinco delitos que se imputa a los exmiembros del Govern huidos: rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia.
nuevo escenario
En el auto, el juez del Supremo describe el nuevo escenario que se presenta en este momento desde que la juez Carmen Lamela dictó órdenes internacionales de detención el pasado 3 de noviembre. Después de esto, "los investigados parecen haber mostrado su intención de retornar a España con la finalidad de tomar posesión y ejercer unos cargos electivos" para los que optarán en las elecciones del 21 de diciembre.
Para el juez, mantener las órdenes europeas de detención, lejos de facilitar un adecuado desarrollo del proceso, lo podría entorpecer, puesto que si Bélgica deniega parcialmente la ejecución de las mismas, habría "una restricción del título de imputación para los investigados que se encuentran fugados, lo que dificultaría la respuesta homogénea que justificó la acumulación de las actuaciones ante este tribunal". La posibilidad de que Bélgica deniegue parcialemente la ejecución de las órdenes de detención tal y como las emitió Lamela también introduciría, según Llarena, "perturbaciones de defensa" para los imputados en esta causa que sí están en España, quienes "podrían ser investigados y enjuiciados por todos los delitos, colocándose así en peor derecho que quienes se encuentran fugados".
Mientras tanto, Puigdemont no piensa volver a España pese a la decisión de anulación de las euroórdenes. "Puigdemont no abandonará Bélgica tras la retirada de la orden de arresto europea", señaló al diario L'Echo el abogado flamenco del expresidente catalán especialista en Derechos Humanos y antiguo letrado de la banda terrorista ETA, Paul Bekaert. El letrado se mostró cauto hasta recibir formalmente toda la documentación del Tribunal Supremo antes de analizar la nueva situación de sus clientes.
Los fugados serán detenidos en cuanto pisen territorio español
A pesar de lo que pudiera parecer, la retirada de las euroórdenes por parte del juez del Supremo que se ha hecho cargo de la investigación no es de nunguna forma una buena noticia para el expresident catalán, que ve cortada de raíz su opción para aprovecharse del funcionamiento de las órdenes de detención y entrega vigente en la Unión Europea y de esa forma evitar en última instancia una acusación por rebelión por parte de las autoridades españolas.
Puigdemont y el resto de los fugados podrán viajar libremente a cualquier país sin riesgo de ser detenidos, aunque en cuanto pisen territorio español serán arrestados, porque las órdenes nacionales de detención sí continúan vigentes. Tras ese arresto, serían trasladados ante el instructor del Supremo para responder por el delito de rebelión.
Llarena explica en su auto que el delito de rebelión debe ser cometido por varias personas, lo que hace necesario que la respuesta de la Justicia sea homogénea para todas. Ese objetivo se veía dificultado por el hecho de que los huidos dependieran de la Justicia belga, que era la que podía en última instancia rechazar la entrega o acordarla con una serie de limitaciones que España debería respetar.
El magistrado recuerda en el auto de ayer que "cabe la opción" de que un país limite la entrega solicitada en una euroorden si los hechos por los que se reclama no son delito en ese país. En este caso, el proceso belga podría haber culminado con una entrega para que los cinco fueran juzgados sólo por malversación, pero no por rebelión o sedición. n
