TRAGEDIA AÉREA EN LOS ALPES

Los investigadores analizan el ADN de 78 de las víctimas del accidente

Dos miembros de los equipos de rescate recogen restos del avión siniestrado en los Alpes.
photo_camera Dos miembros de los equipos de rescate recogen restos del avión siniestrado en los Alpes.

Las labores de identificación de los restos aún se retrasarán porque aún es preciso cruzar los datos en el laboratorio

n n n Los investigadores franceses avanzan en el análisis de los restos humanos encontrados en el lugar del siniestro del A320 en los Alpes franceses y ayer aseguraron que ya manejan el ADN de 78 individuos diferentes.
Se trata de más de la mitad de los 150 ocupantes del avión, aunque todavía no se ha puesto nombre a esos restos, ya que para ello es preciso cruzar los datos extraídos en el laboratorio de campaña de Seyne-les-Alpes con las muestras recogidas a sus familiares y custodiadas en París.
Esta segunda etapa, que no se afrontará hasta que se termine la de recogida de restos, será la que permita identificar a cada uno de los pasajeros, siempre y cuando se encuentren muestras analizables de todos ellos.
El dispositivo médico, psicológico y logístico de apoyo a las familias de las víctimas del accidente del avión entre Barcelona y Düsseldorf se mantuvo ayer en marcha en los Alpes franceses. La recogida de restos continuó al ritmo ya habitual que han impuesto los investigadores, con medio centenar de vuelos de helicóptero diarios y medio centenar de personas trabajando sobre el terreno.
Para acelerar ese ritmo, indicó el fiscal de Marsella, Brice Robin, encargado de la investigación, está previsto abrir un camino para que puedan circular vehículos y que conducirá hasta el epicentro del drama, lo que puede facilitar las labores. Pero no se espera que éstas terminen antes de diez días, según los investigadores, que todavía precisarán de más tiempo para identificar a los fallecidos.

análisis de restos
Solo cuando termine ese laborioso proceso, los restos serán entregados a sus familiares. Es muy posible que la fiscalía ordene análisis complementarios del piloto y el copiloto, tal y como reza el protocolo habitual en cualquier tipo de accidente.
La labor de recogida de restos está siendo lenta porque los investigadores franceses están procediendo a un minucioso peinado de la zona. Muchos de ellos se encuentran debajo del fuselaje del avión, lo que precisa de un gran esfuerzo para recuperarlos. Otros están incluso enterrados en el terreno pedregoso.
Mientras, y según informó ayer el diario "Le Parisien", el copiloto sufría de un Trastorno de Ansiedad Generalizada para el que le habían recetado un medicamento neuroléptico. Los médicos que le trataron, relata el medio, le habían administrado inyecciones de Olanzapina y le habían recomendado que practicara mucho deporte para recuperar la confianza en sí mismo.
Lubitz, que estrelló el aparato cuando este cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, sufría también al parecer de problemas de sueño, para el que se le había prescrito Agomelatina.n

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