Buscaban las grabaciones de la centralita y móviles de dos mandos el 1-O
La Guardia Civil finalizó pasadas las 23 horas de anoche, tras doce horas en su interior, el registro en la comisaría de los Mossos d`Esquadra en Lleida, a donde había llegado hacia las once de la mañana para obtener las grabaciones de la centralita de comunicaciones en la demarcación el 1-O y volcar el contenido de los teléfonos móviles de dos mandos.
Los agentes del instituto armado se personaron en la comisaría de los Mossos d`Esquadra de la región policial de Ponent por orden del titular del juzgado de instrucción número 4 de Lleida que, además de las grabaciones de las comunicaciones internas de la policía catalana en la zona durante el 1-O, también solicitó diversa documentación y el volcado del contenido de los teléfonos de dos de los mandos y un agente de la policía catalana en la demarcación.
Una vez dentro del edificio de los Mossos d`Esquadra, los efectivos de la Guardia Civil, acompañados por un secretario judicial, procedieron a volcar las conversaciones grabadas en la denominada `centralita de conferencias` de la comisaría, en la que se registran las llamadas por radio de los agentes y las órdenes que les dan desde la sala de mando.
Según precisó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el juez había oficiado a la Guardia Civil para que acceda a las grabaciones de la centralita de comunicaciones de la región de Ponent de los Mossos d`Esquadra con motivo del 1-O, desde las últimas horas del sábado 30 de septiembre hasta las primeras horas de la mañana del lunes 2 de octubre.
El juez de Lleida mantiene en secreto esta investigación, una de las que se han abierto en una veintena de juzgados catalanes sobre la supuesta pasividad de los Mossos d`Esquadra a la hora de cumplir con las órdenes del TSJC para impedir la votación del 1-O, que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional.
Este juzgado también está tramitando una querella de varias personas contra actuaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional durante el 1-O, que está en fase de ratificación, según el TSJC.