OPERACIÓN PÚNICA

Granados y Marjaliza, encarcelados por encabezar la trama de corrupción

Granados, saliendo en la madrugada de ayer de la Audiencia Nacional en un vehículo policial.
photo_camera Granados, saliendo en la madrugada de ayer de la Audiencia Nacional en un vehículo policial.

El juez Eloy Velasco considera que el ex secretario general del PP de Madrid utilizó la red criminal "en beneficio propio"

nnn  El juez Eloy Velasco envió ayer a prisión incondicional al exconsejero madrileño Francisco Granados por formar parte de la trama Púnica de corrupción que usó "en beneficio propio", así como a su amigo y socio David Marjaliza, considerado uno de los cabecillas de la red, que entraron en el recinto penitenciario madrileño de Soto del Real en la tarde de ayer. Granados compareció por la  mañana en la Audiencia Nacional durante unas dos horas tras declarar de madrugada ante la juez de guardia de Majadahonda por una denuncia de detención ilegal que presentó por la noche y que fue desestimada, lo mismo que ocurrió con Marjaliza.
El ex secretario general del PP de Madrid respondió a las preguntas de la fiscal Anticorrupción y el juez, quien, tras escucharle, le envió a prisión sin posibilidad de fianza imputado de siete delitos de corrupción y uno de pertenencia a organización criminal. Velasco considera en su auto de prisión que Granados formó parte de la trama de corrupción municipal y regional destapada en la operación Púnica y que la usó "también en beneficio propio".

contraprestación
El magistrado afirma que en la investigación se han identificado varias operaciones inmobiliarias que podrían haber sido en realidad una contraprestación a Granados por parte de empresarios que recibieron adjudicaciones gracias a su mediación. Reseña que Granados es titular de "algunas de las cuentas" en un banco suizo que las autoridades helvéticas entendieron sospechosas de blanqueo de capitales "agravado".
Añade que hay indicios de que, a lo largo de su carrera pública, Granados podría haber beneficiado a Marjaliza y otros empresarios, como el imputado José Luis Huerta (de la empresa Waiter Music), en materia de contratación pública y urbanismo. Según fuentes de su defensa, Granados negó durante su declaración que haya tenido negocio alguno con su amigo de la infancia Marjaliza, y ha asegurado que no poseía influencia en la concesión de contratos públicos de la Comunidad de Madrid y de ayuntamientos de la región.
El juez también mandó a prisión a Marjaliza, que entró igualmente en Soto del Real, considerado por el magistrado como la "cabeza de un amplio entramado empresarial núcleo de una organización criminal", así como "centro" de una "amplia red de tráfico de influencias que ha patrimonializado la actividad pública de contratación y de urbanismo con la colaboración de funcionarios y autoridades". Este empresario se aprovechó presuntamente, según el juez, de sus "amplias relaciones personales y políticas para lograr las adjudicaciones irregulares tanto para sus propias empresas como para terceros, recibiendo una comisión por su actuación".
David Marjaliza creó esa "compleja" red empresarial para evitar que sus sociedades se vincularan con las contrataciones públicas irregulares, que el detenido conseguía gracias a la ayuda de "autoridades públicas y funcionarios corruptos". n 

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