España

La disculpa de ETA, un paso tardío y muy necesario aunque insuficiente

La banda terrorista asume su responsabilidad a través de un comunicado, aunque pide perdón sólo a parte de las víctimas

 El perdón es un concepto que corresponde al terreno de la religión" y no al de la política. La sentencia la pronunció el 27 de febrero de 2012 la entonces portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu. Seis años después, ETA ha empleado literalmente, por primera vez, la palabra "perdón", aunque la ha dirigido únicamente a un tipo de víctimas, las "ajenas" al "conflicto". El comunicado dado a conocer ayer por la organización terrorista constituye un penúltimo paso necesario y exigido antes de su definitiva disolución, prevista para la primera semana de mayo. Cabe discutir si el texto implica una petición de perdón rotunda, por los matices que ETA introduce, pero la expresión "sentir de veras" todas las víctimas causadas -aquí sí- merece interpretarse como una cierta asunción de culpa.
En los seis años y medio transcurridos desde el anuncio del cese de su actividad terrorista, tanto ETA, a través de sus presos, como la izquierda abertzale, habían dado algunos tímidos pasos dirigidos a reconocer el daño causado. Todos esos pronunciamientos se han caracterizados por el recurso al eufemismo y a expresiones retóricas acuñadas que limitaban siempre la asunción directa de la culpa, un esquema que el comunicado de ETA destierra, al incluir términos como "perdón", "empatía", "víctimas" y "responsabilidad directa", entre otros, nada habituales.

Desmedido sufrimiento
La organización terrorista asumió "responsabilidad directa" en el "sufrimiento desmedido" que ha padecido la sociedad vasca, en un comunicado que, no obstante, ha merecido críticas casi unánimes porque en él la banda diferencia entre víctimas y no admite la "injusticia" de sus acciones. El comunicado emplea terminología y conceptos inéditos en la historia de ETA, como la petición expresa y literal de "perdón", aunque lo limita a las víctimas "que no tenían participación directa en el conflicto". Respecto al resto de las víctimas -cita muertos, heridos y secuestrados- ETA muestra "respeto" y asegura que "siente de veras" el dolor ocasionado. Ese daño causado asciende a 7.265 afectados, de los que 829 fueron personas asesinadas, un 40 por ciento de ellas civiles.

El final definitivo
ETA llega a manifestar que "nada de todo ello debió producirse jamás o no debió prolongarse tanto en el tiempo", ya que "hace mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa". El comunicado se inscribe, y así lo admite ETA, en una insólita "nota explicativa", en el debate interno abierto para decidir su final definitivo, bajo la fórmula de la disolución o "desmovilización", cuyo anuncio se prevé para la primera semana de mayo.
El Gobierno, a través de su portavoz, el ministro Íñigo Méndez de Vigo, manifestó que siempre ha estado al lado de las víctimas del terrorismo y que el comunicado de ETA certifica su "derrota total", al tiempo que ha advertido de que la banda no obtendrá "jamás" ninguna contrapartida. 
Además, los obispos de País Vasco, Navarra y Bayona pidieron ayer "sinceramente perdón" por las "complicidades, ambigüedades y omisiones" que se han dado en el seno de la Iglesia durante los años de terrorismo de ETA, en los que también muchos de los que conforman esta institución "han dado lo mejor de sí mismos". Así lo admitieron en un comunicado, en el que señalan que "a lo largo de todos estos años, muchos de los hombres y mujeres que conforman la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos en esta tarea, algunos de forma heroica. Pero somos conscientes de que también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones... por las que pedimos sinceramente perdón", subrayan.n
 

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