España

Una decena de liberados en Francia, lo que queda de ETA

Portavoces de una asociación de presos, durante una reivindicación en Vitoria.
photo_camera Portavoces de una asociación de presos, durante una reivindicación en Vitoria.

Desde que la organización terrorista dejó de matar en 2011, 108 de sus miembros han sido detenidos

nnnLa semana pasada se cumplieron seis años del cese de la violencia de ETA, un periodo en el que las fuerzas de seguridad han seguido golpeando a la banda con la detención de 108 presuntos terroristas y que ahora mantienen el foco en sus "rescoldos", la disidencia por ejemplo, para su extinción total.
Desde el 20 de octubre de 2011, las operaciones contra los miembros de la banda, sus estructuras, entre ellas la de apoyo a su colectivo de presos, y contra sus arsenales no han cesado hasta dejarla totalmente descabezada y con un puñado de liberados, radicados fundamentalmente en Francia, que ronda la decena. Han sido 108 los detenidos en este periodo por su presunta relación con la organización terrorista, con el mayor número de arrestos en el año 2013, 37. Por países, 41 fueron capturados en España, 49 lo fueron en Francia, y el resto en Reino Unido, Bélgica, México, Italia, Brasil, Venezuela, Alemania y Suiza.
Golpes de las fuerzas de seguridad que se han sumado a las numerosas incautaciones de armas y explosivos, con la localización de importantes zulos, el último en diciembre del año pasado en la localidad francesa de Louhossoa. Una operación en la que se detuvo a cinco personas y en la que se intervino un depósito con armas, explosivos y material para hacer bombas que ETA pretendía usar para "una acción propagandística de entrega de armas".
Gracias a las operaciones policiales, sobre todo de la Guardia Civil y la Gendarmería francesa, ETA ha ido desmoronándose. Así, en julio de 2015 acabaron con el aparato técnico-logístico con la detención de sus dos cabecillas, Iñaki Reta Frutos y Xabier Goienetxea. Más tarde cayó la última cúpula de la banda con el arresto de David Pla y de Iratxe Sorzábal, que fueron sustituidos por Mikel Irastorza, que estuvo al frente menos de un año.

“Agónica y moribunda"
Fuentes de la Guardia Civil aseguran que la organización ha llegado hasta este escenario actual "agónica" y "moribunda" porque se ha seguido trabajando con "la misma intensidad", con una actividad policial que no ha parado a pesar que la banda anunciara el cese de la violencia. Aun así, la organización terrorista no ha desaparecido, quedan "rescoldos" y los investigadores seguirán trabajando hasta que esté todo apagado. Y entre esos "rescoldos" preocupan los explosivos y armas que aún conserva la banda, que todavía tiene bajo su control pese a la última escenificación de entrega de material el pasado mes de enero. 
Otro frente en el que aún se mantiene el foco es el colectivo de presos, aunque ya ha dejado de estar dirigido por la organización terrorista. Y la mejor prueba que ETA ya ha perdido el control de sus reclusos es que muchos de ellos se están planteando, o lo han hecho ya, acogerse a las medidas individuales de beneficios penitenciarios.

Los de Latinoamérica
Respecto al colectivo de huidos, sobre todo en Latinoamérica, la mayoría aún tiene causas pendientes y cuenta con requisotorias judiciales y no todos se han desligado de las estructuras de la banda. Como en cualquier grupo terrorista que ha tomado la decisión de dejar la lucha armada, en ETA también aparecen grupos disidentes con la línea oficialista. n
 

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