Fuerte tensión en el Congreso

La crispación en el Congreso eclipsa la discusión sobre el Poder Judicial

Borrel señala al diputado de ERC Jordi Salvador tras el incidente.
photo_camera Borrel señala al diputado de ERC Jordi Salvador tras el incidente.

El ministro Josep Borrel denuncia que el diputado de Esquerra Jordi Salvador le escupió cuando abandonaba el hemiciclo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se enfrentaban en el Congreso a cuenta de la fallida renovación del Poder Judicial, duelo que fue eclipsado por el estallido de tensión en el hemiciclo, una vez más con el diputado de ERC Gabriel Rufián como protagonista.

Lo que ya se preveía como un tenso cara a cara entre Sánchez y Casado, se vio superado por uno de los momentos de mayor crispación vividos en el Congreso, que concluyó con una dura reprimenda de la presidenta, Ana Pastor, a los diputados por recurrir al insulto y las faltas de respeto.
Sánchez y Casado abrían la sesión con mutuos reproches por el bloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El presidente emplazó a Casado a volver al pacto con los socialistas para renovar el CGPJ después de que el líder de los populares le acusara de usar las instituciones en su beneficio.
Y si el líder del PP acusó a Sánchez de "desprestigiar" y contribuir al "descrédito" del Poder Judicial por filtrar el nombre del presidente del órgano de gobierno de los jueces antes de que fuera elegido por los vocales, el jefe del Ejecutivo le devolvió la crítica.
Según Sánchez, el PP rompió las negociaciones sobre el CGPJ para tapar sus "vergüenzas" por los mensajes del portavoz del Senado, Ignacio Cosidó, previos a la renuncia del magistrado Manuel Marchena a presidir el órgano de los jueces. "A su lado el señor Rajoy es un moderado", le respondió Sánchez.

continuas descalificaciones
Esa hubiera podido ser la frase de la sesión de control si no fuera por el estallido de tensión posterior y la bronca que la presidenta de la Cámara se sintió en la obligación de echar a los diputados ante sus continúas descalificaciones.
Pastor expulsó a Gabriel Rufián del pleno después de que el diputado republicano llamara "fascistas" a los parlamentarios de Ciudadanos y pidiera la dimisión del titular de Exteriores, José Borrell, por ser el ministro "más indigno de la historia de la democracia" y un "hooligan" de Sociedad Civil Catalana (SCC).
Eso provocó el revuelo en la bancada socialista, que aplaudió intensamente a Borrell cuando respondió a Rufián: "Una vez más vertió sobre el hemiciclo esa mezcla de serrín y estiércol que es lo único que usted es capaz de producir". Rufián abandonó el hemiciclo con todos los diputados de ERC y Borrell se quejó de que uno de ellos (Jordi Salvador), al que se le vio hacer un gesto, le escupió.
Polémica servida. ERC lo negó y acusa a Borrel de "mentir". Por su parte, el PP no comparte que Pastor retire del Diario de Sesiones el término "golpista", en referencia a los independentistas catalanes, y cree que podría revisarse esa decisión.
Y una posición muy similar mantienen en Cs, cuyo portavoz, Juan Carlos Girauta, defiende usar ese término para "personas que dieron un golpe de Estado", 
La portavoz del grupo socialista, Adriana Lastra, da la razón a Pastor y comparte que en las últimas sesiones de control "se pasaron todos los límites", y Podemos, en palabras de la diputada Gloria Elizo, cree que Rufián estaba buscando ser expulsado y que Pastor no tenía que haber retirado esos calificativos del Diario de Sesiones.

Un VAR para la "anatomía de un escupitajo" que no queda claro analizando las imágenes

Durante dos siglos, el Diario de Sesiones fue el notario más fiel de lo que ocurre en el Congreso, pero bien entrado el siglo XXI, un presunto escupitajo, denunciado por la víctima y negado por el supuesto autor, parece que va a requerir de la última tecnología en postverdad: el VAR futbolístico.
Y es que por más que se revisen las vídeos de televisión, nadie que no disponga de una moderna "moviola" y las imágenes desde todos los ángulos del hemiciclo, puede ejercer de arbitro inapelable de esta "jugada" polémica en el Congreso: un presunto salivazo en sede parlamentaria.
En las últimas fechas, calificativos de "golpista" o "fascista" son de uso común en la Cámara, pero una refriega con posible gargajo de por medio era una práctica parlamentaria hasta ahora desconocida.
Revisando el vídeo, lo único que se ve es un leve giro de cabeza, una mueca en la boca de Salvador y, a continuación, a un Borrell indignado señalando con el dedo al diputado republicano. "No voy a hacer la anatomía del escupitajo, se giró y me escupió", relató el ministro.
Como no podía ser de otra manera, el supuesto autor del gesto lo negó tajantemente y remarcó que es "mentira" que haya escupido a Borrell, con quien reconoce que mantiene una relación algo tirante a cuenta del "procés".
Salvador aseguró que al pasar junto al ministro se limitó a hacer un gesto de "buff" ante la situación creada por la expulsión de Rufián.
Bastante más iracundo estuvo su jefe de filas, Gabriel Rufián, que, a la postre, fue el personaje detonante del incidente después de lanzar duras críticas al ministro y ser expulsado de la sala.
Al parecer, Ana Pastor, no llegó a ver el gesto, aunque llevará el incidente a la reunión de la Mesa para que analice si se puede aplicar alguna sanción contra Rufián.n
 

Te puede interesar