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"El Bigotes" niega los pagos a Luis Bárcenas y regalos al PP

Imagen del monitor de la Audiencia Nacional con la declaración del "Bigotes", junto a su abogado.
photo_camera Imagen del monitor de la Audiencia Nacional con la declaración del "Bigotes", junto a su abogado.

En la vista de la Gürtel asegura haber sido el responsable de cambiar la mala imagen de José María Aznar

n n n Álvaro Pérez Alonso, "El Bigotes", el hombre en Valencia de Gürtel, negó ayer haber entregado dinero a Luis Bárcenas y haber regalado bolsos o fiestas de cumpleaños a la familia de Ana Mato y Jesús Sepúlveda, pese a reconocer su "firmita" en un documento de orden de compra.
La declaración de "El Bigotes", el único de los acusados que por el momento solo ha accedido a responder a su abogado, ha estado plagada de chascarrillos, propios de su "vehemencia", y de halagos a sí mismo por su carrera de "éxitos" organizando mítines para el PP, algo en lo que no ha tenido pudor en destacar que era "muy bueno" y que por ello le acabaron "copiando todos los partidos". Pese a esa relación estrecha con el partido, ha rechazado haber recibido "algo del PP". "Del PP, disgustos", ha ironizado a preguntas de su abogado, Javier Vasallo, para pasar a relatar que él se limitaba a trabajar en sus eventos "como un condenado".
Tampoco ha admitido haber hecho entrega de dinero a ninguno de sus miembros y, en concreto, sobre Bárcenas, ha negado haberle dado ningún sobre y ha asegurado que cuando empezó a trabajar para el cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, "no sabía ni que existía" el extesorero del PP, que ahora se sienta con él en el banquillo.
Locuaz, extrovertido, gracioso, algo histriónico, casi como un artista de variedades, se presentó ante el tribunal como un "genio de la creatividad", un mago del marketing político, capaz de revolucionar la imagen "rancia" del PP y de transformar incluso el rictus "de mala leche" de José María Aznar.
"Los que me conocen saben que yo siempre estaba en el tajo", a pie de mitin, controlando cada detalle de esos actos electorales. Y eso que su misión no era fácil, ya según ha apostillado, el principal protagonista de aquellos actos era José María Aznar. "Empecé bajando los escenarios a 50 centímetros de altura y a iluminar lateralmente. Aznar tenía la ceja muy poblada y ojos muy hundidos y parecía que estaba de mala leche, eso lo cambiamos", relató.n

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