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Vigo se suma a la búsqueda de biomarcadores de alzheimer

El congreso internacional se celebra desde ayer en el Centro Social Afundación.
photo_camera El congreso internacional se celebra desde ayer en el Centro Social Afundación.

Unos 200 expertos europeos participan en un congreso del Instituto de Investigaciones Biomédicas sobre el envejecimiento

nnn El Instituto de Investigación Biomédica de Vigo se sumará en 2015 a la búsqueda de biomarcadores del alzheimer que permitan adelantar a edades tempranas el diagnóstico de esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta a un 10% de la población mundial mayor de 60 años y a un 40% de los mayores de 80.
El proyecto, liderado por el investigador Carlos Spuch, se centrará durante los tres próximos años en la localización de biomarcadores (moléculas en una muestra, normalmente de sangre) en los receptores de lipoproteínas LRP1 y LRP2, que presentan variaciones en pacientes con alzheimer.
Colaborará en el proyecto, que ha recibido una subvención de 80.000 euros de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, el grupo de Nanotecnología de la Universidad de Vigo.
En declaraciones a Efe en el marco del segundo Congreso Internacional de Investigación e Innovación Biomédica del proyecto Biocaps que se celebra en Vigo, Carlos Spuch destacó que se llegan a hacer diagnósticos post mortem del alzheimer cuando la enfermedad se desarrolla a los 30 o 40 años. Sucede que el cerebro es "muy plástico y funciona bien hasta que llega a un punto en el que no puede más", y ahí "ya es demasiado tarde para todo".
En la búsqueda de un diagnóstico temprano del alzheimer, para cuando "la salud del paciente acompaña", se han embarcado las grandes firmas farmacéuticas y grupos de investigación biomédica a nivel mundial, sin que todavía se haya dado con la tecla. Spuch incide en que los resultados de algunas pruebas de fármacos con pacientes "pintan muy bien", a pesar de que sean personas "muy mayores y deterioradas", lo que puede mermar la efectividad de los mismos.
Recuerda que diversos estudios demuestran que los cambios en los hábitos de vida pueden retrasar el desarrollo de la enfermedad hasta diez años, una "barbaridad en cuestión de dinero y de calidad de vida para el sistema sanitario y para los cuidadores". Durante las dos jornadas del Congreso 200 expertos a nivel mundial comentarán los últimos avances en el ámbito del envejecimiento de la población.

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