La primera edición de Feitoclásica reunió una colección de tractores antiguos y el primer coche matriculado en la provincia
Tomiño fue un verdadero hervidero este pasado fin de semana. El buen tiempo animó a muchos aficionados a los clásicos del motor a acercarse hasta este municipio y disfrutar de la primera edición de la Feitoclásica (Feria Tomiñesa de Clásico), organizada por la Asociación de Clásico Populares Bajo Miño organiza, en colaboración con el Ayuntamiento de Tomiño, en el pabellón polideportivo de la parroquia de Sabrada. La exposición fue inaugurada el pasado viernes con la asistencia de la concejala de Deportes, Cristina Martínez, encargada de cortar la simbólica cinta que daba paso al recinto ferial. Destacar que entre los asistentes había numeroso público procedente del vecino Portugal.
La muestra, que reunió una importante cantidad de vehículos clásicos, ofrecía también la posibilidad de encontrar recambios antiguos en un mercadillo anexo, una oferta muy bien recibida por los aficionados del motor y el público asistente.
Entre las novedades que presentaba la primera edición de Feitoclásica, que cerró finalmente sus puertas ayer después de tres días de actividad, destacaba un coche único en él mundo, un Renault Frères, de 1914 (el primero coche con matrícula de Pontevedra) así como otros modelos antiguos de diferentes marcas. Además, se pudo ver una interesante exposición de tractores de colección, llegados de Ponferrada, que constituyó otra de las atracciones más visitadas por el público.
La Asociación de Clásico Populares Bajo Miño, con sede en Tomiño, pero de ámbito regional, nacional e internacional, lleva funcionando desde el año 2000, con el objetivo de trabajar por y para los vehículos históricos.
