RONDALLAS

El ritmo de las rondallas animó el centro

   Más de 3.000 espetadores siguieron en el pabellón de As Travesas la actuación de las rondallas. En la imagen la rondalla de Valadares, durante su espectáculo.
photo_camera Más de 3.000 espetadores siguieron en el pabellón de As Travesas la actuación de las rondallas. En la imagen la rondalla de Valadares, durante su espectáculo.

Cinco parroquias actuaron ayer en el pabellón de As Travesas ante más de 3.000 espectadores tras desfilar por la Praza de América

nnn Por primera vez la Navidad viguesa contará con dos citas consecutivas con las rondallas. La primera fue ayer, un certamen, organizado por el Concello, que finalizó en una exhibición en el pabellón de As Travesas; y la segunda será el 11 de enero, en el Ifevi, donde  tendrá lugar la secta edición del concurso dependiente de la Diputación (los 28 años anteriores era de organización municipal).
Con el aforo prácticamente lleno, el recinto deportivo se hizo pequeño para acoger a los miles de espectadores, casi la totalidad de las 3.500 invitaciones que se repartieron. Desfilaron las cinco rondallas de Vigo (Valadares, Beade, Zamáns, O Freixo e Bembrive) que ensayaron sus repertorios. En total, más de 400 implicados directos entre músicos, bailarines y acompañantes. 
El público aplaudió la calidad musical de las agrupaciones, la habilidad de los abanderados, la originalidad del vestuario y la complejidad de las coreografías. Cada rondalla disponía de 15 minutos para la actuación. Para finalizar tuvo lugar el saludo entre abanderados. Es un complicado ritual de pasos, en el que se cruzan banderas, se estrechan manos (siempre sujetando un trozo de estandarte) y se desfilan los abanderados de ambas rondallas, la que va y la que llega.

agrupaciones peculiares
Con este certamen, las parroquias hicieron partícipe al centro de la ciudad de una de las tradiciones más arraigadas de esta época y también más peculiar. Estas agrupaciones folklóricas no dejan de sorprender a los que las conocen por primera vez. Es curioso que su banda integre los instrumentos convencionales con los caseros. Así hay panderetas, castañuelas, cristos, charrascos, gaitas, de viento y percusión. El director guía a los músicos con una batuta que complementa con un pito.
En su repertorio resulta curioso el contraste de piezas que interpretan: pasadobles o rancheras, que son acompañadas por bailarines con trajes populares gallegos. Hasta hace tres años, la rondalla de Valladares acompañaba su show con coreografías a cargo de mayoret, figuras que se eliminaron por  considerarse poco tradicionales.
Otro aspecto pintoresco es la indumentaria. Conviven en la misma agrupación boinas con gorras militares o uniformes castrenses con capas y cintas propias de las tunas universitarias.
Finalmente es una expresión artística intergeneracional que implica desde niños de 6 o 7 años hasta a sus abuelos, y donde están presentes por igual tanto hombres como mujeres. Entre los que conocen las rondallas aseguran que es un género que engancha.
En la siguiente cita, el 11 de enero en el recinto ferial del Ifevi, habrá más nervios, porque las rondallas competirán por ser las mejores de su categoría y ganar alguno de los 20.000 euros en premios. En el concurso participarán trece agrupaciones de toda la provincia, lo que supone más de 1.400 integrantes. Se prevé que al igual que todos los años, atraiga a más de 10.000 espectadores. La guinda para la Navidad.n

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