Fernández de Sousa vuelve a tener representación en el consejo a través del consejero de Broadbill Partners
Las cosas se complican para Nueva Pescanova porque la vieja (Pescanova S.A.), que representa un 20% del capital, ha rechazado la ampliación de capital y ha decidido impugnarla cuando se lleve a efecto por una mayoría del 55% de los votos de la junta, ayer en Redondela. Los accionistas respaldaron las tesis del consejo de administración, que considera que con la ampliación quedarán reducidos a un 2%.
Esa ampliación de capital, valorada en unos 350 millones de euros, es clave para que Nueva Pescanova pueda poner en marcha su plan estratégico, pero este grupo de accionistas está dispuesto a litigar.
Para ello ayer se procedió al cambio del consejo de administración que quedó integrado por cinco personas, de las que cuatro son consejeros independientes y todos ellos abogados. El quinto es el representante de Broadbill Partners, Luis Martín, que también representa los intereses del anterior presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa (Sodesco), que de forma indirecta vuelve al consejo de Pescanova.
A preguntas de los periodistas sobre la defensa de los intereses de Fernández de Sousa, Martín dijo que el expresidente de Pescanova "no tiene ningún interés ni económico ni financiero" en este fondo, y que es "totalmente independiente".
Entre las curiosidades de este nuevo consejo está que el representante de Broadbill y Fernández de Sousa, votaron en contra de impugnar la ampliación de capital y ahora tendrán que trabajar en un consejo de administración que tiene un mandato de litigar contra esa propuesta de Nueva Pescanova.
Para Martín "no tiene sentido" pleitear porque en definitiva supone "ir contra tu propio activo".
Para facilitar esa renovación del consejo, ayer formalizaron su cese voluntario como administradores Alejandro Legarda, Carlos Sanz, Diego Fontán y Fernando Herce, éste último en nombre de Iberfomento, después de tres años y medio al frente de Pescanova.
El representante de Broadbill, Luis Martín Bernardo, explicó que la adhesión a la ampliación sería "la mejor opción" para la vieja Pescanova, porque se le ofrecen condiciones más ventajosas que al resto de acreedores y podría aumentar el valor de su participación en la multinacional. Además, advirtió de que la sociedad de cartera "no tiene recursos" para emprender acciones legales y una sentencia contraria podría acabar en su liquidación.
La posición de Broadbill fue respondida por dos de los consejeros salientes, Alejandro Legarda y Fernando Herce. El primero recordó que Broadbill es un "fondo especulativo" y que lo que está proponiendo es que Pescanova "especule" con unos créditos destinados al pago de acreedores. "Si ganamos el pleito, libraremos a Pescanova de 300 millones de deuda", ha abundado. Mientras, Fernando Herce explicó que, ocurra lo que ocurra, si se paraliza la ampliación será "en beneficio" de Nueva Pescanova y, por tanto, también de la antigua sociedad.
Entre las cuestiones planteadas por los accionistas estuvo la vuelta de Pescanova a cotizar en Bolsa. Los accionistas lamentaron la "injusticia" que supone para la sociedad no poder volver a cotizar aún en Bolsa, cuando "otras empresas están en situación mucho peor".
Alejandro Legarda explicó que Pescanova remitió ya a la CNMV un detallado informe de trescientas páginas "contestando a todas las preguntas" y expresó su convencimiento de que la vuelta a la cotización "está más cerca" pero también "que vamos camino de batir el record". En este sentido precisó que "es el asunto al que más tiempo hemos dedicado". n
