Seguro a todo riesgo: ¿Con franquicia o sin franquicia?

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El verano es una de las épocas del año en el que las familias españolas más cogen su vehículo, especialmente si se van de vacaciones.

El hecho de tener un buen seguro de coche, a todo riesgo, aporta una tranquilidad a la hora de viajar indiscutible gracias a que se trata una cobertura completa. Sin embargo, para muchos el dilema surge cuando tienen que tomar la decisión entre elegir un seguro a todo riesgo con franquicia o sin ella. Lo cierto es que la respuesta a esta cuestión puede variar y, según el caso particular de cada persona, puede haber factores que sean más favorables a una u otra opción.

La franquicia es una suma de dinero que el conductor deberá pagar si sufre un accidente y tiene que hacerse una reparación. Dicha suma es una cantidad fija y se pacta entre el dueño de vehículo y la compañía aseguradora. No obstante, ¿Qué implica un seguro con o sin franquicia? ¿Cuándo es mejor uno que otro? En este artículo te explicamos las claves para poder decantarse por el que mejor se adapta a cada situación.

Seguros con franquicia

En este tipo de seguros la prima es más barata que si no tenemos franquicia. Cuanto más alta sea esta, más baja será la prima. Eso sí, la franquicia se tiene en cuenta todas las veces que se lleve a cabo una reparación, por lo que la persona que ha contratado el seguro deberá proceder al abono correspondiente en cada ocasión hasta el tope establecido. Si la reparación supera dicho tope, es entonces cuando el seguro asume la cantidad restante. Así mismo, existen diferentes tipologías de franquicias, por ejemplo:

  • Franquicia por siniestro: una franquicia aplicable a todos los daños producidos como fruto de un accidente.
  • Franquicia por panel: habría una franquicia por cada elemento (una puerta, una rueda, etc.)que resultase dañado en un accidente.
  • Franquicia por lateral: la franquicia a abonar se aplicaría por cada lateral, por el parachoques delantero y/o por la parte trasera que resultasen dañados.

Por otra parte, si contratamos este tipo de seguros no tenemos que prescindir de ninguna de las coberturas de la póliza.

Seguros sin franquicia

En el caso de tener un seguro sin franquicia, si se produce un accidente la persona que ha contratado el seguro no deberá abonar absolutamente nada. Es la compañía aseguradora quien se hace responsable por completo de la totalidad de la reparación del vehículo. Sin embargo, la parte negativa de este tipo de seguros es que la prima es más elevada que en los seguros con franquicia.

¿Cuál de los dos nos conviene?

No hay una única respuesta acertada, ya que esta dependerá de cada situación. En ella entran en juego factores como: los antecedentes del conductor, su experiencia al volante, la frecuencia con la que utiliza el vehículo, la solvencia del conductor y su situación económica –lo que le permitiría o no en cada accidente pagar la franquicia acordada o la prima-. Además, cada compañía oferta paquetes de seguros casi híbridos, con distintas posibilidades y variables que cambian. En algunos casos, por ejemplo, la franquicia solo se aplica sobre la cobertura de daños propios.

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