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Rifkin advierte a España de su retraso en economía digital

El economista y sociólogo norteamericano, en una conferencia en Bélgica en junio del pasado año
photo_camera El economista y sociólogo norteamericano, en una conferencia en Bélgica en junio del pasado año

El economista estadounidense prevé un futuro en el que primará interés común y calidad de vida

n n n El economista y sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin advirtió ayer de que España podría quedarse atrás en la transición a la economía digital, que en las próximas cuatro décadas generará millones de empleos para la transformación de ciudades, infraestructuras y sistema energético.
Rifkin lamenta que en España no se esté apostando por la energía renovable y cree que el Gobierno no comprende que éste será uno de los pilares de la tercera revolución industrial en la que el "superinternet de las cosas" conectará recursos, cadenas de producción, redes de distribución, vehículos, hogares e incluso seres humanos.
Así lo describe en su nuevo libro "La sociedad de coste marginal cero. El internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo", publicado por Paidós. En él, pronostica que habrá millones de sensores instalados en todas partes y enviando cantidades ingentes de datos a la red que permitirán elevar la eficiencia y reducir casi a cero el coste marginal de producir (lo que cuesta fabricar un bien o dar un servicio una vez que se han cubierto los costes fijos).
Ello dará lugar a una economía de bienes y servicios casi gratuitos, en la que el capitalismo ya no será el paradigma dominante, sino que convivirá con una economía colaborativa en la que los mercados cederán terreno a las redes.

la era de los cambios
La propiedad, continúa Rifkin, perderá importancia, el interés personal se cambiará por el interés común y el sueño de la riqueza se sustituirá por el de una calidad de vida sostenible.
"Esto ya está aquí", asegura Rifkin, que reconoce que los cambios suponen una "verdadera perturbación" para la industria tradicional, de la que pone como ejemplo el sector del automóvil, al que ya están afectando tanto los cambios tecnológicos como los nuevos consumidores más colaborativos.
Rifkin cita a Lawrence Burns, un antiguo ejecutivo de General Motors -ahora profesor universitario-, que augura que por cada vehículo compartido dejarán de producirse quince y que calcula que con el 20% de los coches que circulan en la actualidad se podrá mantener el mismo nivel de movilidad .
A ello se suma, explica Rifkin, que los vehículos serán autónomos en una década, y que los coches se podrán fabricar por impresión 3D, algo que ya es una realidad con la presentación hace unos días en Chicago del "Strati", primer vehículo eléctrico impreso en 3D por una compañía local.
"No conozco a ningún joven que quiera tener un coche en propiedad. Lo que quieren es el acceso a la movilidad", señala Rifkin, para quien esa es la explicación de la proliferación de plataformas que promueven el uso compartido. Por eso resta importancia a la polémica surgida en España con la aplicación Uber, que pone en contacto a conductores particulares con potenciales clientes. "Es una gran compañía con ánimo de lucro que tiene detrás capital de Goldman Sachs y Google, lo interesante será lo que venga después, cuando los ciudadanos se pregunten por qué utilizar Uber cuando tenemos la tecnología (web y GPS) que nos permite hacerlonosotros", afirma.
Es el cambio que convertirá a los consumidores en "prosumidores" y hace hincapié en que es algo que ya ha pasado en el sector del entretenimiento y el periodismo, con una generación de jóvenes que produce y comparte sus vídeos, música o blogs de noticias a coste casi cero y al margen de los contenidos de la industria tradicional.n

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