ERNESTO FONTANES BLANCO Candidato de consenso a la secretaría de UGT Vigo

"Quiero recuperar la parte del movimiento sindical que representa UGT en Vigo”

Ernesto Fontanes ante la sede de UGT en Vigo.
photo_camera Ernesto Fontanes ante la sede de UGT en Vigo.

“Este periodo ha sido muy triste pero lo que no podemos hacer los que tenemos responsabilidades es trasladar problemas hacia afuera”

Ernesto Fontanes (Agolada, 1961) es un histórico sindicalista que el próximo viernes día 2 se pondrá oficialmente al frente de UGT Vigo, después de tres años con una gestora. El congreso se celebrará en el auditorio del Concello. Las heridas parece que se han ido restañando porque las tres federaciones que integran el sindicato han concluido que sea el candidato de consenso y el propio Fontanes ha conseguido elaborar una lista con cinco personas para la ejecutiva que parece agradan a la mayoría. Ernesto Fontanes es trabajador del Banco Popular y  entre 2005 y 2016 fue secretario general de la Federación de Servicios de UGT Galicia.

¿Por qué se presenta?
Porque tengo ganas, fuerza e ilusión por dar este paso. Vengo de ser responsable de una federación gallega durante once años, de las siete que en aquel momento tenía nuestro sindicato y que se han concentrado en tres. Pulsé la opinión de las tres federaciones que componen la gestora y vi que había receptividad en cuanto al paso que pensaba dar y así lo hice.


¿Habrá que recomponer un sindicato que lleva ya tres años con una gestora?
Lo que puedo decir es que desde el momento en que trasladé mi intención a las personas que representan a las tres federaciones del sindicato encontré que todo seguía porque, aunque pueda parecer lo contrario, nuestra gestora ha sido activa. Hay dos compañeros que la presidieron, primero Domingo Barros y luego José Manuel Portela, pero no ha habido ausencia de dirección. Evidentemente no es lo mismo, en el ámbito institucional, una gestora que una dirección política. Pero lo más importante es que nuestros afiliados y el conjunto de los trabajadores a los que representamos vean que efectivamente ya es momento de que haya una dirección política.


¿Qué se propone, cuáles son los objetivos?
El primer objetivo está cumplido, que es hacer una ejecutiva de consenso donde hay una buena comunicación en el ámbito interno de la organización. Evidentemente recuperar esa parte del movimiento sindical que representa la UGT en Vigo y ejecutar las acciones y las líneas de trabajo que emanan de nuestro congreso confederal, independientemente de las que puedan surgir en el ámbito de Vigo y su comarca.


Después de tres años con una gestora en Vigo, ¿cuál es su análisis? ¿Qué pasó?
La mía es una organización democrática y cada persona es especial y a veces en las visiones diferentes o posturas diferentes surgen fricciones y eso va degenerando. Me he preguntado muchas veces cómo se ha podido llegar hasta aquí. Yo que he participado en los órganos de debate interno de UGT, donde se habla de las líneas de trabajo y las decisiones, puedo decir que en todo el tiempo que estuve no vi divergencias infranqueables. Por lo tanto lo que puedo decir es que el periodo que ahora se cierra ha sido muy triste, como sindicalista y afiliado en Vigo, porque las diferencias son lícitas pero lo que no podemos hacer las personas que tenemos responsabilidades es trasladar los problemas hacia afuera y trasladar determinadas situaciones que la mayoría no entiende. Los afiliados y el conjunto de la sociedad esperan de nosotros que seamos su canal, que expresemos lo que demandan.


¿Esta situación supuso una pérdida de afiliados para UGT Vigo?
Siendo objetivo creo que sí, numéricamente no puedo decir en cuánto. Pero la caída de la afiliación la hubo en el conjunto de las organizaciones sindicales, porque se ha destruido mucho empleo. Nuestra situación también nos ha castigado a mayores.


¿Qué papel tiene que jugar el sindicato después de esta gran crisis económica?
En este periodo de crisis los sindicatos y en especial mi organización ha sufrido un ataque mediático producto de que llegó un gobierno a implantar políticas que han sido una máquina de destrucción masiva. Su primer objetivo fue debilitar a los sindicatos para que nos encontrásemos en una situación débil para dar respuesta a esas políticas. Intentaban decir que los sindicatos ya no representamos a nadie y estamos desconectados del mundo. También nosotros tenemos un recorrido para mejorar y llegar con más fuerza a las personas, a las que están afiliadas y a las que no lo están y a los jóvenes, que nos ven lejos.


¿No hay relevo?
Hay jóvenes afiliados, pero cuando yo me afilié tenía 22 años y es algo que ahora no se ve en las organizaciones sindicales. También ahora acceden muy tarde al mercado laboral, pero nosotros tenemos un recorrido para recuperar la posición que nos corresponde. 

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