economía

La plantilla se une para rescatar a Maderas Iglesias

Imagen de archivo de un grupo de trabajadores de la plantilla de Maderas Iglesias.
photo_camera Grupo de trabajadores de la plantilla de Maderas Iglesias, que el pasado jueves marcharon desde O Porriño hasta VIgo.

Los trabajadores agotan sus días de paro y tienen retrasos en el ingreso de sus nóminas

n n n La empresa viguesa Maderas Iglesias atraviesa su momento más delicado. Lo saben en primera persona los trabajadores, que cargan a sus espaldas con siete expedientes de regulación de empleo fruto de ocho años de decadencia continuada. La crisis del ladrillo hizo mella en esta empresa, que llegó a contar con 800 trabajadores, que se caracterizó además siempre por la amplia presencia femenina entre sus filas. Ahora forman parte de la misma 249 personas, que se unen para hacer frente a la situación de la empresa.
Esta compañía, con sede en O Porriño, está especializada en la elaboración de tarimas de madera. Los trabajadores aseguran que la maquinaria "es de lo más moderna" y que todavía cuentan con material en los almacenes. Por eso no entienden qué está sucediendo.
Lorena Ledo lleva 12 años trabajando en Maderas Iglesias. El jueves asistió a la marcha protesta que se dirigió desde O Porriño hasta Vigo. "Llevo siete años sufriendo un ERE y tengo 400 días de paro consumidos", explica. Su temor es el de otros tantos, quedarse sin empleo ni prestación porque ya la haya consumido. Aunque su puesta siempre estuvo situado en la zona de prensas "desde que estamos con el expediente de regulación trabajo en un poco de todo".
En una situación se encuentra Enrique Lorenzo. Tras 21 años en la empresa, acumula "más de 300 días de paro". Enrique cuenta que está "divorciado y tengo que pagar la manuntención de mi hijo además de manterme yo". Tras observar los acontecimientos en los últimos años, explica que esta situación "se veía venir" aunque señala que "hay que aguantar el tirón" a la espera de que se alcance una situación.
Teresa Campo y Camila Rodríguez son dos compañeros de puesto. La primera lleva 24 años en la empresa y la segunda, 20. Teresa cuenta que tiene "dos hijos" aunque su situación está un poco más liberada porque desde hace poco tiempo "mi marido también cobra nómina". Sobre la situación de la empresa, explica que muchas veces "cobramos el día 20" pero del mes siguiente "y muchas veces dividido el sueldo por partes".
Camila por su parte señala que tiene también dos hijos aunque en su caso es la única aportación económica a la unidad familiar. "Hay días que te avisan de que tienes que ir a trabajar y al final llegas y no hay nada", lamenta esta trabajadora.
Ambas trabajadoras creen que la situación actual "es un despropósito". Señalan que "hay madera en los almacenes y sabemos que el dueño ha echado atrás algunos pedidos".
La plantilla dará un respiro en los próximos meses a la dirección mientras preparan un plan de viabilidad que garantice la continuidad de la empresa.n

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