El astillero vigués busca flexibilidad en la plantilla y en dos meses inicia un pesquero para Groenlandia
n n n La dirección del astillero Metalships, propiedad del empresario vigués Manuel Rodríguez, y la representación sindical en la empresa firmarán el lunes un ERE de carácter extintivo en forma de prejubilación para cerca de 14 empleados, según informan fuentes sindicales. Desde la empresa solo confirman la modalidad del expediente de regulación de empleo.
La operación se fragua desde inicios de diciembre del 2016, según informó Atlántico, cuando el astillero no tenía ningún pedido en cartera. A finales de ese mismo mes cierran una operación con una armadora de Groenlandia para construir un pesquero, con el que se preveía evitar los despidos. Pero esta carga de trabajo no era suficiente para el grueso de la plantilla, que anda sobre las 90 personas.
En febrero la negociación se encrudeció y la empresa puso sobre la mesa una dura oferta que pasaba por una reducción de la plantilla de un 30%, cerca de treinta personas. La negociación sindical logró evitar "los despidos traumáticos" y dejar tan solo la salida abierta a los obreros más veteranos, catorce, todos ellos con más de 40 años cotizados. El comité de empresa habría amenazado la semana pasada con ir a huelga, si bien la última reunión fue satisfactoria para las partes.
El astillero aseguró a los sindicatos que buscaban flexibilidad, así como regenerar la plantilla. Desde la parte social vieron con buenos ojos dar una buena salida a aquellos operaros de 60 años que llevan trabajando desde los 15.
Para los sindicatos el acuerdo evita un conflicto en la empresa así como los despidos "traumáticos", por lo que lo consideran satifasctorio.
La factoría naval, ubicada en Teis, sobrevivió en los últimos meses a base de realizar reparaciones navales, lo que fuentes del sector consideran insuficiente para un astillero de estas características, el tercero más grande de la ciudad.
En el año 2015 se formalizó la entrada en el accionariado de Metalships de China Sonangol, que cuenta con una participación del 33%. El magnate que negoció la compra, Sam Pa, fue detenido en China por un presunto caso de corrupción. A pesar de ello, la empresa no sumó ningún contrato de relevancia en los dos últimos años, y se centrará ahora en el negocio de los pesqueros ante la crisis que vive el petróleo y, por tanto, el segmento offshore.
