Gran parte de las empresas toman como referencia al metal, que ayer retomó la mesa entre la presión de la huelga
n n n La industria de la comarca viguesa se enfrentará el próximo año a un aluvión de negociaciones de convenios de empresa. Son más de medio centenar que afectan a unos 25.000 trabajadores y entre ellos está el de PSA Peugeot-Citroën con cerca de 7.000 empleados.
En automoción también vencen el 31 de diciembre de este año los convenios de Faurecia Asientos de Galicia, Faurecia Escapes, Benteler, Gestamp, Copo, Borgwarner, Viza, Maviva, MGI Coutier, Aludec, Alservi, Alymosa o Cablerías Auto, entre otros. Por su parte, los acuerdos de GKN Driveline (antigua Indugasa), Hispamoción (Mosa Vigo), Treves, Ti Automotive caducan a finales de 2016.
En el naval, negociarán convenios los astilleros Barreras, Vulcano, Metalships y Armón y otras industrias como Frigodis y Frivipesca Chapela (de Pescanova), Citic Censa o Dalphi Metal.
Pese a que son convenios de empresa, una gran mayoría toman como referencia lo que se pacte en el convenio sectorial del metal de la provincia de Pontevedra, que se retomó ayer tras varios meses de parón y que también sirve de base al resto de los metalúrgicos de Galicia y en buena parte de España por su gran magnitud: afecta a 22.000 trabajadores y cerca de 4.000 empresas.
En la reunión, los empresarios pusieron sobre la mesa una mejora del incremento salarial con un 0,5% para 2015 pero sin carácter retroactivo (se haría afectivo cuando se firme el convenio) y de un 0,75% para 2016. "Es una propuesta acorde con los tiempos actuales, donde en el metal hay aún una muy leve mejoría", indicó Enrique Mallón, secretario general de Asime. El portavoz de la parte patronal mostró su confianza en que se produzca pronto "un acuerdo factible porque no podemos permitirnos avanzar más sin acercar posturas", apuntó.
Los sindicatos ven insuficientes las propuestas y rechazan "pactar un convenio que no garantice el mantenimiento del poder adquisitivo", indica Ana Belén Valiño, secretaria comarcal de industria de UGT, que recuerda que la propuesta salarial es de casi el doble en otros convenios del metal en España.
Su homólogo en CC OO, Ramón Sarmiento, se mostró muy crítico con el planteamiento de los cambios en el complemento de eventualidad, porque supondría reducir su cuantía y mermaría los salarios de los trabajadores temporales (estiman que en un 2,5%). "La patronal pretende que se cobre al finalizar el contrato, y no mes a mes, como hasta ahora", explicó.
Por su parte, el responsable de industria de la CIG, Xulio Fernández, lamentó que la parte empresarial "en ningún momento quiso hablar de las propuestas de los sindicatos y sólo trata de imponer las suyas como una espada de Damocles". "Solo nos queda la movilización y la incrementaremos si la patronal sigue en esa deriva de pedirnos pelea", señaló.
Con todo, las tres centrales lamentaron la lentitud con que se está desarrollando la negociación y lo achacan a una "sensación de falta de fortaleza" por parte de los empresarios y a una estrategia ya que el aumento salarial que proponen para 2015 se aplicaría una vez que se firme el acuerdo y quedan menos de tres meses para que finalice el año.
