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Impulso desde Vigo para incorporar a la mujer a bordo de pesqueros

María González Curra se está formando para capitán de Pesca.
photo_camera María González Curra se está formando para capitán de Pesca.

El proyecto Redmar embarca a dos marineras para Malvinas y los armadores hacen un llamamiento a las recién tituladas

nnn Son muy pocas las mujeres que pueden contar su experiencia embarcadas. Los datos así lo corroboran. Solo un 4% de la población gallega ocupada en la pesca extractiva en el año 2017 era femenina. El porcentaje se eleva hasta el 5% en el caso de caladeros nacionales, solo dos mujeres en pesquerías comunitarias y ninguna en internacionales, según datos del informe Ocupesca de la Consellería do Mar. 
Desde Vigo se está dando un impulso a la incorporación de este colectivo en un momento en el que el sector acusa un déficit de personal y el mercado empieza a animarse, aunque a 'cuentagotas'. "En los últimos días hemos recibido varios curriculum de mujeres recién tituladas, y de algún hombre también, y seguiremos trabajando en esta línea", explica María Caldeiro, gerente de Fundamar, la Fundación para la Pesca y Marisqueo impulsada en Vigo por la Cooperativa de Armadores ARVI y los sindicatos. Fundamar acaba de embarcar a dos mujeres dentro del proyecto Redmar, que empezó en 2013 para dar visibilidad a mujeres a bordo de los barcos en calidad de tripulación. Son Lidia González, de O Rosal, que está en estos momentos en Malvinas como segundo oficial de puente, y Arantxa Toriza, de Viveiro, que en los próximos días embarcará en un arrastrero de Marín con el mismo destino para participar en la campaña del calamar.

prácticas a bordo
El Instituto Marítimo Pesqueiro do Atlántico, ubicado en Beiramar, quiere dar continuidad a las jornadas de puertas abiertas que celebró el año pasado y hace un llamamiento al sector y a la Administración "para trabajar conjuntamente", indica su directora Engracia Trillo, que concuerda con la Cooperativa de Armadores en la necesidad de plantear a la Administración una formación dual en colaboración con las empresas y hacer más atractivo al sector. "Se podría ofertar ya porque hay buena voluntad por ambas partes".
ARVI así lo ha reiterado en diversas ocasiones y su presidente hacía una llamamiento hace unos días a las recién tituladas para embarcarse. "Os necesitamos", señalaba Javier Touza.
Galicia contabilizaba en 2017 cerca de 11.400 trabajadores en la pesca extractiva, el 40 por ciento de la provincia de Pontevedra. En acuicultura (marisqueo) son casi 5.300, de los que un millar son mujeres.
La falta de trabajadores también la acusa la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), que invertirá en comunicaciones satelitales para mejora la comunicación de la tripulación con sus familias y apuesta por mejorar la habitabilidad de los buques para captar a las nuevas generaciones.

“Los armadores tienen que confiar en nosotras”

A sus 31 años María González Curra se está formando en la Escuela Marítimo Pesquera en Vigo para capitán de pesca. Cuenta con varias experiencias embarcada -varias campañas en Malvinas y como patrona de una naviera en la Ría- y quiere volver a la pesca. "Creo que es un oficio que me va a hacer crecer profesionalmente, lo que nos hace falta a las mujeres es tener la confianza de los armadores porque con los compañeros no hay ningún problema, somos una parte más de la plantilla", indica la joven. 
La pesca le viene de familia y el mar de su localidad, Cangas. "Soy del Morrazo, tiene que gustarme el mar". "Es un trabajo duro pero muy gratificante, hay momentos muy buenos que de otra manera sería difícil vivir", cuenta al recordar su experiencia en Malvinas capeando un temporal marítimo "o que dos ballenas te sorprendan".

“Tuve pocas oportunidades ahora voy a Malvinas”

 Arantxa Toriza, de 29 años, cuenta las horas para embarcar en un pesquero de una empresa de Marín rumbo al caladero de las Malvinas, donde estará varios meses como segundo oficial gracias al proyecto Redmar impulsado desde Vigo. "Tengo ganas de probar, estuve en el palangre en Gran Sol pero nunca en un arrastrero. Tengo los miedo normales de un trabajo nuevo pero no por ser mujer porque nunca tuve ese sentido". La joven de Viveiro admite la falta de oportunidades laborales desde que salió de la escuela hace siete años. "Tuve muy pocas opciones porque no encontraba ningún barco que me llevara", cuenta. La profesión le va en la sangre -su padre y sus abuelos fueron marineros-, pero admite que tuvo dudas cuando empezó a formarse en Ferrol. "Ahora tengo clarísimo que me encanta y que me quiero dedicar a ello".

“Tenemos mujeres muy preparadas para trabajar”

nnn La escasez de mujeres embarcadas también se ve en las aulas. En el Instituto Marítimo Pesqueiro do Atlántico de Vigo apenas hay cinco o seis mujeres en las clases -sin contar los cursos de marisqueo donde sí abundan- de los más de 300 alumnos que tiene actualmente. "Las plazas están cubiertas y estamos trabajando para incorporar a las mujeres porque escasean", indica su directora Engracia Trillo. "Desde el mundo académico tenemos que abrirnos al sector pesquero, pero creo que las empresas también tienen que contribuir a crear una nueva organización a bordo porque hay mucho potencial", indica. 
Con más de 50 años, el instituto es un centro de referencia nacional y ofrece formación reglada con título académico (Consellería de Educación) y no reglada (Consellería do Mar).n

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