El comité de empresa de Alcoa llama a un gran acto a finales de febrero
El 17 de octubre del año pasado todo parecía perdido para los 369 trabajadores de la planta de Alcoa en A Coruña y los 317 del centro en Avilés. Alcoa presentaba un ERE de extinción de actividad sin posibilidad de venta de los dos centros de producción. El comité de empresa consiguió sortear ese primer mes, sentándose a la mesa en tiempo de descuento y alargando el compromiso otros 30 días, con 15 más de prórroga. Aprovechó cada claro en la tormenta para ir avanzando hasta enero. Consiguió mantener todos los puestos de trabajo hasta el 30 de junio, además de arrancar un escenario de venta con el compromiso de la multinacional de invertir 40 millones de euros para modernizar las instalaciones de las dos plantas para continuar con la actividad en el caso de que aparezca un interesado, además de un plan social que "ni esperamos tener que abrir", afirma esperanzado Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de empresa de A Coruña.
"Fue una lucha muy importante con multitud de manifestaciones que presionaron al Gobierno para sacar un real decreto y desarrollar el estatuto de la industria electrointensiva. Si esto cierra, la culpa ya no será sólo de Alcoa y nosotros estaremos ahí para señalar a los culpables", anuncia Corbacho. El 8 de noviembre 50.000 personas salieron a la calle en Avilés, una población de 79.000 habitantes, para defender su actividad. "Sientes envidia sana porque allí están muy sensibilizados y es inconcebible que un comercio no cierre como muestra de apoyo", reconoce el presidente del comité de empresa de la planta de A Coruña.
ganado a pulso
"Nosotros no hacemos una manifestación de 50.000 personas, pero sí hacemos 1.000 de 500. Todo lo que hemos conseguido nos lo hemos ganado a pulso". El sábado se movilizaron en los puertos de Vigo y Vilagarcía para denunciar la entrada de aluminio de peor calidad.
Siempre que ha existido un problema por el encarecimiento de la luz por la subasta de interrumpibilidad los trabajadores de A Coruña salieron a la calle. "Sabemos que somos un poco coñazo, pero la ciudad nos apoya", se disculpa Corbacho.
Ahora, además de las movilizaciones a pequeña escala, el comité de empresa ultima una gran manifestación en Madrid para finales de este mes con el objetivo de que no quede en un cajón el compromiso del Gobierno central de desarrollar el estatuto de la industria electrointensiva para que el precio de la electricidad no penalice los costes de producción como está sucediendo.
"Ese día se va a ver con claridad los que están. Se está utilizando nuestro conflicto para buscar una solución y no vamos a ser interesados. Nosotros vamos a estar ahí porque indudablemente se trata de un asunto de país, pero queremos que se involucre todo el mundo porque esto afecta a otras industrias con dependencia energética como Ferroatlántica, Arcelor... Incluso la planta de Alcoa en San Cibrao tendría que ser solidaria. Si nosotros caemos, otros vendrán detrás. Y por nosotros no va a quedar".
