De los 330 trabajadores de la factoría ubicada en Porriño el 31% son mujeres y el centro tiene plan de igualdad
Las mujeres son una pieza clave en Gestamp, la empresa vasca de componentes de automoción que tiene una de sus plantas históricas en Porriño, hasta el punto que supera ampliamente, casi duplica, la media del sector de la automoción en Galicia. La plantilla de Gestamp Vigo está integrada por 330 personas de las que el 31% son mujeres, mientras que la media en la provincia de Pontevedra es del 19,2% y en Galicia del 19,8%, según los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE).
La responsable de igualdad en la planta, Paz Méndez, explica que es un porcentaje que ha ido creciendo en los últimos años porque en 2007 eran el 29% y hoy ya alcanzan el 31%.
Gestamp Vigo aprobó en 2015 un plan de igualdad pero Paz Méndez precisa que "Gestamp siempre ha tenido esta filosofía y compromiso de contar con la mujer".
Para realizar su plan de igualdad "se hizo un diagnóstico -explica Paz Méndez- y el resultado es que no hay diferencias salariales o de permisos, tenemos un buen nivel de igualdad", señala.
Además, la factoría cuenta con una comisión de seguimiento en la que se abordan todas las cuestiones que afecten a los trabajadores y todos los miembros de esa comisión tienen formación en igualdad. Uno de los proyectos de la empresa es que esa formación llegue a toda la planta, tanto a los trabajadores de base como al equipo directivo.
La responsable de igualdad, que pertenece al departamento de recursos humanos, explica que se trata de un sector en el que la proporción de curriculums que llegan es mucho mayor de hombres que de mujeres, pero que ante condiciones de igualdad se van a decantar por la mujer.
“La matricería es algo que me encanta”
Eva Vázquez Dorado lleva 16 años trabajando en Gestamp Vigo, cuando llegó (primero envió un curriculum) empezó en producción pero pronto "me interesó la matricería y ahora es algo que me encanta", explica mientras da instrucciones sobre una pieza.
A los matriceros les llaman "dedos de oro" porque son la parte artesanal de la producción: "en realidad somos ajustadores, pero muchas de mis amigas me preguntan qué es lo que hago porque no lo entienden y yo trato de explicar en qué consiste mi trabajo".
Eva reconoce que no es muy habitual "encontrar chicas matriceras pero aquí sí estamos".
Asegura que se siente muy cómoda entre sus compañeros porque "hoy en día la fuerza la puedes suplir con una palanca y un punto de apoyo", señala gráficamente.
Eva compagina su actividad diaria como matricera en Gestamp con el cuidado de su hijo que tiene ahora dos años.
“Empecé en Gestamp Portugal y luego llegué aquí”
Montse Sarabia llegó hace diez años a la planta de Gestamp en Porriño. Había hecho un ciclo superior de regulación y control de autómatas y empezó a enviar curriculums "pero nadie me llamaba", hasta que sonó el teléfono. "Primero entré en Gestamp Portugal, que está en Cerveira, pero pronto apareció un hueco aquí y me cambié", señala.
Montse es técnico en robótica y su trabajo es controlar los robots que apoyan a las líneas de soldadura y estampación.
"Al principio es más difícil porque eres novata, pero me formé aquí dentro y estoy realmente contenta con mi trabajo. Era algo que quería hacer lo de los autómatas", precisa. Además señala que no aprecia ninguna diferencia por parte de sus superiores ni compañeros por ser una mujer.
Tiene dos hijos así que cree "una suerte trabajar a turnos, tengo más margen para estar con ellos, por ejemplo esta semana estoy por las tardes en casa", explica.
“Tenemos formación según nuestras necesidades”
Isabel López Quirós estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Vigo. Llegó a Gestamp Vigo como becaria en 2006 y hoy es la responsable del departamento de Logística y Planificación del centro, un puesto en el que lleva dos años.
"Entras porque quieres trabajar y una cosa lleva a la otra, de logística interna pasé a mejora continua, luego a temas del Sistema Lean y también fui responsable de planificación de la producción", explica sobre su carrera dentro de la factoría de Porriño que ha sido de continuo crecimiento desde que llegó.
Isabel señala que en su trayectoria en la planta "he tenido las mismas oportunidades que todo el mundo, no noto diferencia", por el hecho de ser mujer. De hecho, explica que "tenemos un plan de formación según nuestras necesidades", así que se propone "seguir mejorando".
Isabel compagina su trabajo con sus dos hijos.
