La planta baja estará ya operativa a finales de este mes, lo que facilitará la logística al grupo de alimentación
nnn Dos años después de llenar la Ría de humo y ceniza, Fandicosta recupera su esplendor. La nave que sustituye a la que ardió el 9 de mayo de 2016 está prácticamente finalizada. Según explican fuentes de la empresa, a finales de mayo -aún no está cerrada la fecha- ya estará operativa la planta baja de la misma, si bien la de arriba no quedará terminada hasta agosto.
Tal y como explican desde la compañía, esta nueva dotará a la compañía que dirige Ángel Martínez Varela de una mayor capacidad de logística. "Mucha mercancía que antes no podíamos mover ahora tendremos cámaras", apuntan estas mismas fuentes, que señalan que desde este punto de vista logítico "la nueva nave nos da la vida".
Fandicosta cerró 2017 con una facturación superior a los 100 millones de euros y tienen la previsión de crecer un 10% este año gracias a la apertura de la nave, que se ha retrasado un mes sobre las previsiones iniciales de la compañía, que quería empezar a producir ya en marzo.
La obra de construcción, que está llevando a cabo Civis Global, tiene 8.000 metros cuadrados y unos 15 metros de altura. Como novedad, incorpora 12 muelles para la carga y descarga de productos. También se ampliarán las naves colindantes, la "B y C".
Estará centrada en la actividad de almacenamiento frigorífico, logística y oficinas centrales. Las nuevas instalaciones permitirán optimizar estas actividades y prestar un mejor servicio a los clientes del grupo. La inversión estimada en base al proyecto es de 10,3 millones aproximadamente.
La nave de Fandicosta ardió en mayo del 2016 y en tan solo cuatro meses la empresa ya estaba practicamente lista para iniciar la construcción de la nueva nave con la recuperar la producción. Los trabajos de ingeniería y despacho se iniciaron en julio y en septeimbre ya habían hablado con los proveedores para acordar la descarga de producto.
Día de la catástrofe
El incendio de Fandicosta se produjo el 9 de mayo y calcinó el 60% de las instalaciones. La empresa valoró las pérdidas tras el incendio en 18 millones de euros, que ascendería a los 24 incluyendo la materia prima. Dos semanas después el comité de empresa negoció un ERTE temporal de un año para dar flexibilidad a la empresa a la hora de recolocar a trabajadores. Apenas dos o tres empleados se acabaron acogiendo a él en periodos muy breves de tiempo, pues desde la dirección se colocó al personal en otros puestos de la empresa. Por su parte, la Xunta aprobó una orden para que los trabajadores afectados por ERE de causa por fuerza mayor pudiesen completar la parte del salario perdida.n
