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La falta de contratos acrecienta el temor en la plantilla de Vulcano

El ferry que Vulcano construye para Transmediterránea está en el dique seco de Metalships y volverá al astillero el lunes o el martes.
photo_camera El ferry que Vulcano construye para Transmediterránea está en el dique seco de Metalships y volverá al astillero el lunes o el martes.

La empresa asegura que tiene avanzadas varias negociaciones pero los trabajadores pierden el optimismo

 La preocupación crece entre los trabajadores del astillero vigués Vulcano. La factoría naval tiene previsto entregar a principios de mayo el ferry que construye actualmente para Trasmediterránea y de momento no ha anunciado ningún nuevo contrato.
El temor de los trabajadores es volver a quedarse sin carga de trabajo, esto es, regresar al punto de partida anterior a la operación de venta del ferry. Durante cuatro años, los trabajadores de Vulcano encadenaron hasta 14 expedientes de regulación de empleo y tienen agotadas sus prestaciones sociales. La empresa transmite optimismo a sus empleados, pues mantiene avanzadas varias negociaciones, que de momento no pueden hacerse públicas, según informan fuentes del astillero.
Parte social y empresarial coinciden en el jarro de agua fría que supuso que el contrato de renovación de la flota se adjudicase a Armón y no a Vulcano (ambos estaban en la semifinal) pero desde el astillero no se resignan y apuntan a que "hay esperanza".
En palabras del presidente del comité de empresa de Vulcano, Nicolás Sangabriel, "hay preocupación porque solo tenemos este barco, tendrían que estar cerrando un contrato nuevo".
Mientras tanto, la construcción del ferry avanza positivamente. El lunes o el martes el buque abandonará el dique seco de Metalships en el que lleva desde el 26 de octubre. Una vez de vuelta al muelle en el que ha estado amarrado el último lustro se procederá a la instalación del puente de mando, para después iniciar la habilitación interior. Hacia mediados de febrero se realizará la motorización y en marzo estará terminado el barco con el objetivo de probarlo en la Ría ya en abril para poder entregarlo un mes antes, como ya se anunció en el día de la firma de la venta del ferry a Trasmediterránea.
La incógnita que tienen los trabajadores es qué va a suceder una vez se entregue. Si las actuales negociaciones no avanzan, el astillero volvería a quedar sin carga de trabajo, situación que la plantilla rechaza. Sí se sabe que el equipo directivo trabaja en la consecución de un nuevo contrato, con viajes para mantener negociaciones con armadores europeos e incluso recibiendo visitas en el propio astillero para dar a conocer su capacidad y experiencia en el sector naval.
El buque, de 139 metros de eslora y 22 nudos de velocidad, dispondrá de los últimos avances tecnológicos y se está construyendo de acuerdo a las últimas soluciones de eficiencia y respeto al medio ambiente, en línea con la filosofía de respeto al medio ambiente que caracteriza a Trasmediterránea. 
Además, el buque dispondrá de catalizadores y de un equipo homologado de tratamiento de aguas de lastre, para evitar la biocontaminación del ambiente marino.n

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