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Expresidentes de la patronal gallega piden a Antón Arias que dimita

José Manuel Fernández Alvariño y Antonio Dieter Moure, anteriores presidentes de la CEG, ayer en Vigo.
photo_camera José Manuel Fernández Alvariño y Antonio Dieter Moure, anteriores presidentes de la CEG, ayer en Vigo.

Fernández Alvariño y Dieter Moure solo reconocen a la junta de vicepresidentes como órgano rector de la patronal

nnn  La tempestad vuelve de nuevo al mundo empresarial tras unos meses de verano con las aguas calmadas. Los expresidentes de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), el vigués José Manuel Fernández Alvariño y el ourensano Antonio Dieter Moure pidieron ayer en la sede de Vigo de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) que Antón Arias, actual presidente de la CEG, dimita. También exigieron  la convocatoria urgente de los órganos de gobierno de la patronal gallega para debatir este tema. El encuentro contó la bendición del presidente de la CEP, Jorge Cebreiros, que asistió al acto como oyente.
El motivo que esgrimieron ayer Fernández Alvariño y Dieter Moure para realizar esta petición son las recientes declaraciones de Antón Arias, quien aseguró que veía con buenos ojos un referéndum pactado en Cataluña. "Es la gota que colmó el vaso", indicó el empresario vigués. 
Lo cierto es que el grueso de los empresarios de la provincia de Pontevedra y Ourense no vieron con buenos ojos el proceso electoral del que Antón Arias salió elegido. Fernández Alvariño lo tildó de "deslealtad" en referencia a la ruptura de un supuesto pacto según el cual las confederaciones provinciales se comprometían a no presentar un candidato a la presidencia a cambio de que el organismo rector de la CEG fuese la junta de vicepresidentes. Tras el nombramiento en enero de Antón Arias, los desacuerdos se acrecentaron en torno a las decisiones pero especialmente las declaraciones del nuevo presidente. Todo ello ocasionó que la CEP y la CEO decidieran en sus órganos de gestión que dejarían de acudir a las asambleas y juntas en Santiago.
Durante el encuentro ambos empresarios aludieron a la responsabilidad, aunque también al orgullo propio. No sentaron bien las palabras de Antón Arias cuando, tras su nombramiento, aseguró que la CEG volvía. "¿Y los cuatro años anteriores?" preguntó retóricamente Fernández Alvariño.
Fernández Alvariño y Dieter Moure forman parte de la junta directiva de la CEG y señalaron ayer que el nuevo presidente incumple la norma de convocar los órganos de gestión (asamblea, junta directa y de vicepresidentes), que en teoría llevan siendo aplazadas cuatro meses cuando tienen que celebrarse seis al año. El empresario vigués también informó de que, ya en esta quincena de octubre, todavía no se han aprobado las cuentas del año 2016 ni aprobados los presupuestos del 2017, lo que calificó de "un barco sin gobierno".
Otro de los motivos por los cuales piden su dimisión son las declaraciones en prensa sobre la situación laboral en Galicia. Antón Arias afirmó en varias ocasiones que en Galicia había que subir los salarios y que no compartía el fondo de la reforma laboral. "Si tiene tendencias sindicalistas, que se afilie a un sindicato", sentenció al respecto José Manuel Fernández Alvariño.
El asunto que podría estar de fondo de estas declaraciones es la elaboración por parte de la presidencia de la CEG de un borrador de nuevos estatutos, según informan fuentes empresariales. Este documento restaría poder a las organizaciones sectoriales y propondría una presidencia rotativa de la patronal gallega. Fernández Alvariño y Dieter Moure señalaron ayer que no era el momento de modificar los estatutos, sino de afrontar la situación económica y de gobierno de la CEG.n

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