Borja Núñez es vicepresidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios AJE Galicia donde lleva seis años y los cuatro últimos como parte de la junta directiva. En su faceta empresarial es gerente de Telsun, una empresa familiar de telecomunicaciones en la que lleva 14 años, pero también tiene otros proyectos, uno de restaurantes de comida rápida y un portal de productos ibéricos.
¿Qué busca la gente cuando se acerca a AJE?
AJE es una asociación empresarial un poco distinta, porque aquí hay gente de sectores muy variados, tenemos 275 asociados entre emprendedores, empresas en constitución y socios activos. La asociación es un grupo de personas que buscan un mismo fin, que es asesorarse y estar en contacto con otras empresas. Sus problemas del día a día suelen ser comunes. Así que lloramos juntos, reímos juntos y hacemos negocio juntos, de hecho hay proyectos que se han llevado adelante entre gente que está dentro de la asociación, que se han conocido aquí y ha surgido a la idea.
¿Cómo está el nivel de emprendimiento?
Ahora estamos en el momento de salir adelante como sea. Mucha gente entra aquí por un amigo o por alguien que conoce y también porque nos envían a alguien que se quiere asesorar desde la Cámara de Comercio o desde el Concello o de otras entidades e instituciones. Una vez que estás dentro de la asociación surgen muchas ideas, hay algunos que ya vienen con su proyectos, en otros casos es solo una idea, otros ya llevan años en el mercado. Aquí surgen ideas constantemente, algunas tradicionales adaptadas a la situación de hoy en día y otras totalmente innovadoras. Hay proyectos increíbles y empresas que tienen una gran repercusión internacional y no sabemos que las tenemos aquí sin irnos a las grandes de siempre. AJE es un foro de encuentro.
¿Cuánto hay de necesidad en esta ola de emprendimiento que se vive?
Necesidad toda y a veces desesperada, hay gente que de repente se queda sin trabajo y pasan los meses y no le surgen cosas. Se quiere informar, se quiere rodear de gente que le pueda aportar, pero sigue habiendo mucho miedo, miedo a perder dinero o a perder amistades. En AJE nos encontramos todos con problemas comunes.
La fórmula tradicional de encontrar una empresa que contrate es cada vez más difícil.
Es complicado porque el mercado tiene muy poca oferta y la gente está muy formada con su carrera, masters, cursos y todo tipo de formación. El problema de lanzarse al mundo laboral es que la situación es tan asfixiante que intentas tirar con lo que tienes, por eso cuando empiezas con un proyecto nuevo empieza con el cinturón apretado, hace unos años era al contrario. Pero parece que los bancos empiezan a abrir un poco el grifo.
¿También llegan a AJE personas que no tienen muy claro qué quieren?
Sí, porque quieren trabajar y quieren trabajar ya, pero no tienen claro cómo hacerlo. Eso le pasa a mucha gente y han salido adelante. Muchas veces no se lanzan por esos miedos que tienen alrededor, en casa tiran para atrás.
Hablando de financiación, cada vez hay más oferta de otras vías que no son la banca, como business angels, redes de inversores privados o garantía recíproca. ¿Es dónde buscan los emprendedores?
Precisamente es uno de nuestros objetivos, aglutinar a los emprendedores para acercarlos a estas redes donde pueden encontrar financiación, también con las administraciones y estamos firmando acuerdos. La financiación está muy complicada.
A las administraciones se les llena la boca anunciando medidas para emprendedores o reducción de la burocracia para las empresas que nacen. ¿Qué hay de cierto en ello?
Creo que siguen tardando un montón. Depende de lo que quieras hacer, pero el otro día hablaba con unos chicos que están esperando por una licencia y no pueden empezar a trabajar y tienen la inversión ahí parada. Creo que sigue habiendo dificultad. Hay cosas que se han mejorado pero otras no, en la era de lo digital tenemos más papeleo que nunca. ¿Las subvenciones ayudan? Ayudan pero entre que la solicitas y te la conceden pasa un año y ¿tienes pulmón para aguantar? La gente viene mucho más formada, con sus planes, pero aún así es complicado.
¿Qué es lo más difícil para un emprendedor?
Lo más difícil es perder el miedo y tener las ideas claras. Lo que nos echa para atrás es el miedo a perder dinero, a perder una amistad, a perder. Porque hoy en día información hay mucha.
¿Nacen proyectos que se tienen que ir fuera?
Creo que desde aquí se puede hacer cualquier cosa, pero conocemos asociados de AJE que han tenido que irse por ejemplo a Sudamérica. Fuga de cerebros hay y habrá siempre. n
