La dirección y el comité de empresa de la fábrica automovilística PSA Peugeot Citröen de Vigo empiezan hoy a negociar un plan de ajustes que mejore la rentabilidad del proyecto para construir el nuevo modelo de furgonetas de la multinacional, llamadas genéricamente K9.
Una adjudicación, por la que compite con la fábrica de PSA en Trnava (Eslovaquia), considerada clave para el futuro de la planta viguesa, pues garantizaría una producción anual del orden de los 200.000 vehículos y, además, serviría de llave para nuevos encargos, según la opinión de ambas partes.
El director de la fábrica de Balaídos, Yann Martin, ya avanzó que hay que mejorar "sí o sí" la rentabilidad de la candidatura viguesa y que hay que trabajar en diferentes vertientes: la logística, la disminución de los costes de las inversiones, los proveedores y la tasa de mano de obra.
Sobre el último de los factores, el de la tasa de mano de obra, hizo hincapié en que representa un 54% del coste global de cada vehículo, y aunque la fábrica de Vigo está "mejor que en Francia", "al lado" está Mangualde en Portugal y también Trnava en Eslovaquia con una tasa "más o menos a la mitad".
"Tenemos que buscar ideas para minimizar el impacto sobre los costes laborales", aseveró Martin, quien se remitió a la reunión de hoy con los sindicatos al ser preguntado por si hay margen de maniobra. n
