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La crisis en Transportes Souto se inició con una compra de acciones

Instalaciones de Transportes Souto en Puxeiros.
photo_camera Instalaciones de Transportes Souto en Puxeiros.

n n n La caída de la empresa Transportes Souto, con sede en Mos, se precipitó la semana pasada, pero sus problemas comenzaron hace ya varios años. Según informan fuentes del sector, un grupo de accionistas compró en efectivo la participación de uno de los socios con dinero de la empresa. Esto generó en la sociedad un agujero de 20 millones de euros. 
Esta situación, unida al plan de expansión por España y Portugal que mantuvo en marcha hasta 2017, llevó a la empresa a pedir créditos con intereses más elevados que los del circuito comercial al margen de las entidades financieras que hasta la fecha le prestaran apoyo. Al mismo tiempo, comenzó a no pagar las cuotas de los créditos y comenzó a retrasar el abono de los salarios de los trabajadores.
Según señalan estas mismas fuentes, el modelo de negocio de la empresa era bueno, y había logrado sobrevivir a la crisis económica, a diferencia de otras del ramo. El problema es que la compañía era inviable, y así fue certificado en un informe.
La única alternativa que reflejó ese documento técnico para Transportes Souto es que un inversor decidiera aportar capital a la compañía. El "fondo buitre" que llegó a interesarse por entrar en la sociedad, de forma mayoritaria, terminó por echarse atrás al conocer los estados financieros de la compañía. Esto precipitó el cese de la actividad la pasada semana de la sociedad y la presentación del preconcurso de acreedores, registrado en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra y con resolución de su secretario. En 2017, la Xunta también intentó dar un balón de oxígeno a la empresa con la firma de un crédito de 2 millones de euros a través del Fondo Emprende gestionado por Xesgalicia.
Las dos principales entidades financieras con créditos concedidos a Transportes Souto, junto al organismo público gallego y los socios sellaron un plan de negocio para los años 2017 y 2021 que tenía por objetivo mantener viva la sociedad. Este documento exigía que los socios aportasen liquidez a la empresa, algo que no se logró.
Los trabajadores reclaman una reunión con la empresa para conocer su futuro, algo que no han logrado aún, y permanecen sin trabajo. Los sindicatos han denunciado además un presunto alzamiento de bienes en la Inspección de Trabajo.n

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