La empresa debe presentar sus cuentas de 2014 antes de que termine esta semana
Pescanova mantiene su horizonte en los concursos de las filiales, que tiene en marcha, tras los que se realizará la reestructuración societaria para crear Nueva Pescanova y mantiene el plazo de mediados de año. Los concursos siguen su ritmo, precisaron fuentes próximas, y habrá convenios según las previsiones que se habían puesto sobre la mesa al inicio del proceso.
En octubre pasado ya lo adelantaba el presidente de la comisión de vigilancia, Jacobo González-Robatto, al prever que en el segundo trimestre del año 2015 "esté todo normalizado” y esa es la hoja de ruta que en principio se mantiene sin cambios.
Desde la empresa aseguraron que el proceso sigue su curso, admitiendo que se trata de una reestructuración compleja que lleva su tiempo, pero sin variar el horizonte marcado.
En este sentido una vez que se aprueben los convenios en los concursos de las filiales se convocará una junta de accionistas, que podría celebrarse en el verano, hacia el mes de julio, para aprobar la reestructuración de la compañía y crear Nueva Pescanova que integrará a todas las filiales, tras una operación acordeón que permitirá la entrada de la banca acreedora en el capital de la compañía, que ya controla de facto.
Por otro lado, la empresa tiene que presentar antes de que termine esta semana sus cuentas del año 2014. Desde la compañía precisaron que en el plazo legal se publicarán las cuentas auditadas y habrá un hecho relevante en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El grupo Pescanova registró unas pérdidas de 719 millones de euros en 2013, que superan a los 791 millones en negativo de un año antes y los 260 de 2011. Tres ejercicios en pérdidas marcados por la crisis en la que se vio sumida la compañía. En cuanto a sus ventas, en 2013 alcanzaron los 1.063 millones de euros, que son un 27% inferiores a los 1.465 de un año antes. En 2011 fueron 1.357 millones.
En el primer semestre de este año las ventas del Grupo Pescanova alcanzaron 434 millones de euros y el beneficio fue de 1.790 millones de euros, resultado contable de la quita sobre los créditos concursales de Pescanova y de su filial Pescafina.
El próximo mes de febrero se cumplirán dos años del hecho relevante en el que la compañía anunciaba que no formularía sus cuentas y que estaba barajando entrar en concurso, tras fallar la venta de salmoneras. La gran multinacional viguesa entraba en una crisis de la que tardará en salir y con una compañía totalmente distinta, ya sin la familia Fernández de Sousa al frente. n
