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Los concursos de acreedores en Vigo bajan a mínimos y son de pymes

El Juzgado de lo Mercantil está notando los efectos de la pasada huelga de funcionarios con más trabajo.
photo_camera El Juzgado de lo Mercantil está notando los efectos de la pasada huelga de funcionarios con más trabajo.

Demandas contra las aerolíneas y reclamaciones de la SGAE son los asuntos estrella del Juzgado Mercantil 

La limpieza de empresas que la crisis hizo en Vigo y su área en los últimos años ha llevado a los concursos de acreedores (antigua suspensión de pagos) a caer en picado hasta registrar mínimos. Si bien en lo que va de año el Juzgado de lo Mercantil número 3 en Vigo registró un total de 27 procedimientos concursales -tres más que en el mismo periodo de 2017- se trata de compañías de pequeño y mediano tamaño y también de personas físicas empresarias, así como de un matrimonio que se declaró insolvente. Son pymes del sector de la promoción inmobiliaria, de decoración y muebles de oficina, librerías o agencias de modelos. Atrás quedaron los concursos de grandes astilleros, firmas de construcción, automoción y conserveras que arrastraron a numerosas firmas hasta superar en 2012 el centenar de procedimientos.
Ahora, las reclamaciones por parte de las pasajeros contra las aerolíneas por retrasos o cancelaciones de los vuelos, así como las demandas interpuestas por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) contra bares, cafeterías y restaurantes por asuntos relacionados con la propiedad intelectual, acaparan los asuntos que tramita el Juzgado de lo Mercantil, que asegura que ya no está saturado como hace unos años si bien está notando mucho los efectos de la huelga de funcionarios de este año que paralizó la actividad durante meses. 
El Mercantil número 3 en Vigo, al frente del que está el magistrado Sergio Burguillo desde febrero de 2016, tiene en estos momentos 18 empresas con convenio aprobado judicialmente y en fase de cumplimiento. La mayor parte de las demandas de concurso ya llegan al juzgado con solicitud de apertura de fase de liquidación sin aspirar a acuerdo alguno con sus acreedores como ocurría años atrás. Pero el Mercantil aún tiene sobre la mesa concursos antiguos como el de la conservera viguesa Bernardo Alfageme desde hace ocho años.

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