Berlín mantiene sus previsiones macroeconómicas pese a Ucrania y la eurozona

Berlín ratificó hoy sus perspectivas macroeconómicas para este año, que prevén un crecimiento del 1,8 %, pese a reconocer que este "sólido repunte" podría resentirse por el precio de la energía, el conflicto ucraniano y la crisis de la eurozona.

El Gobierno alemán presentó sus proyecciones de primavera, que no introducen variaciones significativas con respecto a las anteriores, del pasado otoño, y mantienen un tono positivo en comparación con las dificultades del resto del continente.

"La economía alemana se encuentra en un sólido repunte. Ante nosotros se abren dos años exitosos a nivel económico. Según nuestras proyecciones el crecimiento se sustenta sobre una base amplia y estable", aseguró al presentar las estimaciones oficiales el ministro de Economía y Energía, Sigmar Gabriel.

No obstante, el también vicecanciller y presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) mencionó varios "retos" a nivel interno y externo, peligros latentes que pueden lastrar el comportamiento de la mayor economía europea.

En clave interna, Gabriel destacó la evolución de los precios de la electricidad -al alza por la transformación energética en que se halla inmerso el país-, las carencias en ciertas infraestructuras, la falta de dinamismo empresarial -como constata la caída del número de nuevas empresas- y el déficit de personal cualificado.

Más allá de las fronteras alemanas, los factores de inestabilidad proceden de Ucrania -y de una potencial escalada de las sanciones entre Rusia y Occidente, por no hablar de una guerra abierta-, y de la eurozona, aunque Gabriel consideró que el bloque ha emitido "señales buenas" en los últimos meses.

El ministro de Economía y Energía resaltó que Alemania está avanzando hacia un modelo de crecimiento más "equilibrado", ya que al tradicional empuje de las exportaciones se ha sumado el incremento de la demanda interna, espoleada por el consumo de las familias y las inversiones de las empresas.

A este respecto, incidió en que la introducción del salario mínimo -el requisito imprescindible para que el SPD entrase en el Gobierno de gran coalición de la canciller Angela Merkel- fomentará el consumo interno y reducirá el montante de las ayudas estatales a familias que no llegan a los ingresos mínimos, contribuyendo a sanear las cuentas públicas.

Las proyecciones gubernamentales estiman que el producto interior bruto (PIB) alemán aumentará en un 1,8 % este año y un 2,0 % el próximo, dejando atrás los magros incrementos de 2012 (0,7 %) y 2013 (0,4 %), pero aún lejos de los repuntes del 3,6 % y 3,3 % que logró en 2010 y 2011, respectivamente.

Estas estimaciones son "conservadoras", aseguró Gabriel, al compararlas con las de algunos centros de estudios económicos alemanes, pero eso es bueno en caso de imprevistos y para las estimaciones de gasto e ingresos que debe hacer el Ministerio de Finanzas.

El informe de Economía vaticina asimismo que los salarios netos aumentarán un 1,2 % este año y un 1,5 % el que viene, lo que, unido a un entorno de tipos de interés reducidos, fomentará el consumo, que crecerá un 1,5 % en el ejercicio actual y un 1,7 % el próximo.

La población con empleo continuará registrando máximos históricos, pues el mercado laboral incorporará a 240.000 personas en 2014 y a 120.000 en 2015, estiman las proyecciones de primavera del Ejecutivo alemán.

La tasa de desempleo caerá hasta el 6,7 % este año -desde el 6,9 % de 2013- y hasta el 6,6 % en 2015, manteniéndose en mínimos aunque sin grandes alteraciones, ya que parte de la creación de empleo se compensará con un "fuerte número" de nuevos inmigrantes.

El sector exterior volverá en estos dos ejercicios a contribuir positivamente al PIB a pesar de que las importaciones (4,7 % y 5,1 %) crecerán relativamente más que las exportaciones (4,1 % y 4,6 %).

Los principales institutos económicos de Alemania consideran que la mayor economía europea crecerá este año entre una horquilla del 1,5 % y el 2,0 %, y apuntan un repunte ligeramente superior el próximo ejercicio.

Tan sólo el Fondo Monetario Internacional pronostica que 2015 será para Alemania peor en términos de crecimiento que este año, pues al revisar sus estimaciones a principios de abril calculó un PIB del 1,7 % en 2014 y del 1,6 % en 2015.

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