El astilero tiene problemas para encontrar oficiales de primera en soldadura o calderería por las jubilaciones
El astillero Barreras pisa el acelerador en la construcción del crucero de lujo para la cadena hotelera Ritz-Carlton. En los últimos días entraron a trabajar en las gradas de Beiramar más de 100 operarios de la industria auxiliar y se eleva a aproximadamente 400 personas el número de trabajadores. Según fuentes sindicales, la construcción del buque "va bastante bien, está generando bastante empleo y se va a necesitar mucha gente".
La búsqueda de estos operarios, sin embargo, está trayendo problemas para recursos humanos. Fuentes sindicales señalan que hay dificultades para encontrar oficiales de primera en disciplinas como soldaduría o calderería. "Tras la crisis del tax-lease hubo muchas jubilaciones o gente que se recicló a otros sectores", explican estas mismas fuentes. Estas mismas calculan que una vez se cubran los puestos de mayor cualificación se creará también de peonaje.
"El barco avanza bien , es complicado, pero el armador está contento", señalan fuentes sindicales del astillero vigués. De momento, la factoría naval sigue la línea de la planficación aunque los representantes de los trabajadores apuntan a que habrá que esperar "a más adelante porque hay un panorama difícil", señalan respecto a los retos que tendrá que sortear el astillero vigués, pues es la primera vez que construye un buque de estas características, aunque tiene gran bagaje en el sector de los ferris de pasajeros.
El crucero de lujo tendrá 190 metros de eslora, cuesta 250 millones de euros y se calcula dará trabajo a entre 600 y 800 personas de media en los próximos dos años, hasta el 2019.
Desde la dirección siguen trabajando en cerrar nuevos contratos, aunque de momento no ha trascendido ninguna operación.n
