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La automoción viguesa, en alerta por las paradas de varios fabricantes

BorgWarner (Zamáns)
photo_camera BorgWarner (Zamáns)

La caída de la demanda de vehículos diésel por la nueva normativa europea obliga a las fábricas a echar el freno: PSA, Ford, Mercedes, Seat y Volkswagen ya están con paros o regulaciones de empleo que repercuten en el sector vigués. Faurecia Asientos tiene un ERE para sus 400 trabajadores y otras auxiliares están paralizando contratos

 La automoción viguesa encara la recta final del año pisando el freno y con la mirada puesta en los constructores de coches. La gran mayoría están ajustando su producción en toda España (PSA, Ford, Volkwagen, Seat o Mercedes) por la bajada de la demanda de vehículos diésel a raíz de la nueva normativa europea sobre emisiones. 

Faurecia Asientos, instalada en el PTL de Valladares, está aplicando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 400 trabajadores y que extenderá a 2019 ya que sólo suministra al monovolumen C4 Picasso y a los sedanes que ensambla PSA. 
El resto de empresas de componentes de automoción está "a la expectativa" porque trabajan para buena parte de los fabricantes nacionales y están echando mano de mecanismos para evitar un ERE como el que aplicará PSA. "Las auxiliares que trabajan con stock están flexibilizando turnos y en algunos casos suprimiendo eventuales, no renovando contratos. Las nuevas contrataciones se están paralizando", indica Rubén Pérez, responsable de la federación comarcal de industria de UGT. 
A la parada de la factoría de Balaídos en la línea 1 y el ERE que empezará negociar la próxima semana, se suman otros fabricantes. Ford (Valencia) acaba de aprobar un ERE temporal para afrontar una veintena de jornadas de parada hasta el 31 de enero tanto en su fábrica de coches como de motores. 
Seat (Barcelona) también está llevando a cabo paros puntuales para evitar un ERE por el insuficiente suministro de motores a causa de la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones. 
Mercedes (Vitoria) tiene previstos 10 días de paro entre noviembre y diciembre por la caída de las ventas, que según la empresa también está motivada por la incertidumbre creada en torno al diésel. 
En el caso de Volkswagen (Pamplona) aplicó recientemente un ERE ante la imposibilidad de producir un número suficiente de motores y todavía no tiene previsto estar a pleno rendimiento. 
Con este panorama, las empresas de componentes de automoción instaladas en la comarca viguesa están a la expectativa ya que en los últimos años han ido reduciendo su dependencia de PSA y ahora trabajan para prácticamente todos los grandes fabricantes de coches del mundo, aunque el constructor francés sigue siendo su principal cliente. 
La planta de Balaídos empezará la próxima semana a negociar un ERE para aplicar en 2019 y que afectaría a unos 900 trabajadores, la mayoría de la línea 1 de montaje debido a la bajada de la demanda de los sedanes. La factoría no prevé que suba la producción hasta la llegada del nuevo todocamino (V20) en 2020.
Ésta será la primera negociación que llevará a cabo el nuevo comité de empresa que se constituyó este miércoles y que está formado por los sindicatos SIT (20 delegados), CUT (4), UGT (4), CC OO (3) y CIG (2).n

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