ECONOMíA

La automoción viguesa capta más contratos de Renault y Volkswagen

La fábrica de PSA Vigo sigue siendo el principal cliente de las empresas gallegas de componentes de automoción, aunque pierde peso ante otros constructores.
photo_camera La fábrica de PSA Vigo sigue siendo el principal cliente de las empresas gallegas de componentes de automoción, aunque pierde peso ante otros constructores.

Se colocan entre los principales clientes de las empresas de componentes de Galicia mientras PSA pierde peso

La potente industria de componentes de automoción de Galicia -asentada en Vigo y su área, principalmente- atrae cada vez más a constructores de todo el mundo y depende menos del grupo PSA Peugeot-Citroën. En estos momentos está captando contratos de Renault y Volkswagen, que ya son el segundo y el tercer cliente del sector en Galicia, aunque PSA Vigo sigue siendo el primero.
La automoción gallega logró en los últimos meses importantes pedidos por parte del conglomerado francés-nipón formado por Renault (con fábricas en Valladolid y Palencia) y Nissan (produce en Ávila y Barcelona) como es el caso de la firma mosense Valver, que acaba de crear una sociedad en Colombia para suministrar piezas (etiquetas de decoración y marcaje industrial) a todas las fábricas que Renault tiene en Latinoamérica. La viguesa Maviva acaba de abrir un centro de logística en Burgos para suministrar sus servicios a proveedores de este fabricante de coches. También el grupo vigués Copo consiguió recientemente un multicontrato para proveer desde su planta de Mos espumas para los asientos del nuevo Renault Megane y alfombrillas para Mitsubishi con los que prevé facturar unos 5 millones de euros anuales.
En los últimos años, Copo se adjudicó contratos para el nuevo Opel Corsa que se fabrica en Zaragoza y la furgoneta Mercedes Vito que se ensambla en Vitoria.
Por su parte Grupo Volkswagen (VAG) adjudicó a Copo el tejido para los techos del Skoda Octavia que se fabrica en la República Checa y más de una cuarta parte de las empresas gallegas de componentes ya trabajan para este grupo de forma directa (proveedores de primer nivel) especialmente para sus marcas Seat -que fabrica en Martorell, Barcelona-, Volkswagen y Audi. La automoción gallega se ve muy beneficiada por VAG ya que el grupo tiene una central de compras en Barcelona, lo que facilita la contratación a proveedores españoles.
La pérdida de peso de PSA Vigo en la carga de trabajo de la industria de componentes se debe principalmente a dos factores: por un lado la estrategia de diversificación a la que se ha visto obligado el sector y que se ha intensificado en los años de la crisis ante la caída de producción de los fabricantes. Por otra parte, los otros constructores están en pleno lanzamiento de vehículos mientras que Balaídos tendrá que esperar hasta, al menos, 2017 para la llegada de la nueva generación de furgonetas (K9) que le asignó PSA.
La automoción gallega da emplea a cerca de 20.000 personas y su facturación ascendió a 6.100 millones de euros en 2013, lo que equivale al 11% del PIB de Galicia, según datos del Clúster Gallego de Automoción, Ceaga.n

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