Sólo el nuevo flotel que construirá Barreras y el ferry de Vulcano generarán más de un millar de empleos
La recuperación es lenta, pero al fin comienza a constatarse en el naval vigués. Los astilleros están consiguiendo carga de trabajo y a día de hoy tiene una decena de pedidos en vigor y buenas expectativas que le aseguran actividad para, al menos, dos años. En algunos casos incluso más, como Barreras, que construirá un nuevo flotel que supondrá 29 meses de trabajo y entre 600 y 700 puestos de trabajo directos e indirectos. Será un barco gemelo al "Reforma Pemex" que acaba de botar, con un coste de 130 millones de euros y en el que todavía habrá trabajo hasta julio de 2016.
La compañía de Beiramar remonta el vuelo tras superar un tortuoso concurso de acreedores que arrastró a la quiebra a numerosos proveedores y con la petrolera mexicana Pemex al frente (51% del accionariado) y con firme voluntad de quedarse como así afirmaron sus responsables hace unos días en la botadura.
El segundo mayor astillero privado de España, Vulcano, comienza a ver la luz a final del túnel y da por hecha la venta del ferry de 140 metros de eslora que tiene semicostruido y que fue heredado de la extinta Astilleros de Sevilla. La factoría de Teis tiene el contrato a punto de suscribir con una armador europeo y supondría actividad para 15 meses y generaría más de 500 empleos. También permitiría cancelar el ERE que lleva prorrogando desde hace cuatro años.
Armón tiene una de las carteras de pedidos más estables durante los años de la crisis con tres barcos entre atuneros, auxiliares y remolcadores que también le aseguran trabajo por varios año. Además, acaba de firmar la construcción de un oceanográfico con el que ampliaría la carga y opta a más.
Cardama también tiene varios contratos adjudicados, pero que aún no entraron en vigor y que una vez que lo hagan generarán estabilidad a medio plazo en el astillero. La compañía es una de las que más ha apostado por la diversificación con el montaje de un trimarán para producir energía a partir de las corrientes marinas junto con la firma redondelana Magallanes Renovables.
En el caso de Freire, tras varios años sin trabajo y con un ERE en los últimos meses, consiguió recuperarse y a día de hoy está construyendo un arrastrero para Noruega y un oceanográfico para Perú y va a hacer uno para la Armada de Indonesia. Ganó dos concursos para fabricar un buque para India y otro para Kuwait, pero todavía no están en vigor.
Metalships flojea en pedidos ya que sólo tiene un megayate a medio construir que heredó de la desaparecida Factoría Naval de Marín, pese a que China Sonangol entró en su accionariado con el propósito de revitarlizarlo. Su filial en Meira, Polyships, está haciendo varias patrulleras.n
