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Los armadores de Vigo avisan que no serán moneda de cambio del Brexit

El "Argos Cíes", perteneciente a la armadora viguesa Pereira, opera en las aguas de Malvinas.
photo_camera El "Argos Cíes", perteneciente a la armadora viguesa Pereira, opera en las aguas de Malvinas.

Temor a los efectos en Gran Sol y Malvinas  al dejar Bruselas en manos del Reino Unido el acceso de la flota gallega a sus aguas

 La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) ve con enorme preocupación el acuerdo político y técnico entre la Unión Europea y el Reino Unido y teme que la pesca se convierta “de nuevo en moneda de cambio, como cuando se produjo el ingreso en la UE”, aseguró el presidente del “lobby”, Javier Touza. Según explicó, ayer mismo se leyó las 595 páginas en inglés del acuerdo técnico, y estaba ahora con político, borradores al 95% del acuerdo definitivo, siempre que lo avale el Parlamento británico. Javier Touza tiene línea directa con Bruselas y reconoce que la información que le llega no le deja tranquilo por sus consecuencias para la flota, tanto la que está en Gran Sol, 60 buques, como, sobre todo, la de Malvinas, que supone la importancia de 80.000 toneladas para el puerto vigués. En las islas en torno a Argentina hay 43 arrastreros trabajando, que generan movimiento en el puerto, en los congeladores, en las plantas de transformación de pescado y en las distribuidoras.
“El acuerdo en general es genial, es muy bueno negociar y dar tranquilidad a los mercados el mantenimiento del Reino Unido en la unión aduanera, pero en concreto para la pesca para nosotros hay mucha incertidumbre”, indicó el presidente de los armadores. Señala que el artículo 3 del documento pactado se refiere a Reino Unido y sus territorios, incluyendo de forma expresa Malvinas.

Segundo, hay un avance al vincular el acceso al mercado a cambio de acceso al recurso “y eso es positivo, y ha enfadado a los pescadores escoceses”. Javier Touza cree que en vista de la reacción interna, el Gobierno británico puede optar por recuperar la plena soberanía de sus aguas a costa de que los productos pesqueros ingleses paguen un arancel por entrar en Europa. En este sentido, destaca el artículo 130 del acuerdo técnico, que indica que desde el minuto uno de entrada en vigor del período transitorio el Reino Unido ya no tiene por qué aceptar los criterios sobre cuotas y total admisible de capturas (TAC).
“Tiene libertad de usar sus recursos como quiera, y por tanto, puede objetar los informes científicos y políticos. De entrada -advierte- Gran Bretaña va a entrar en NAFO -el organismo internacional que regula las pesquerías en el Atlántico Norte- como miembro propio, ahora está dentro de la UE, ya en el período transitorio”. En cuanto a la declaración política, subraya que va en el mismo sentido. “No quiero poner nervioso a nadie, sólo digo que la pesca no puede ser una moneda de cambio, no puede ser la sacrificada porque se excepcione del acuerdo general que sigue en la unión aduanera, Reino Unido tiene que someterse a la política común de pesca”, insiste Javier Touza.
Recuerda que los TAC los fija el comité científico de la UE. “Para
todo parece que desde el 30 de marzo el Reino Unido puede hacer lo que considere en pesca, como una excepción, y no está vinculada a cuotas de la UE y eso genera incertidumbre. Que no sea como en la incorporación a la UE, cuando la pesca fue una moneda de cambio, soportando desguaces”, alertó.
En aguas inglesas hay unos 3.000 barcos comunitarios, de ellos 60 gallegos, y a su lado belga, daneses y holandeses y franceses. Además,hay muchos pesqueros con banderas irlandesa y francesa pescando.“Francia avisa que puede tener un gran impacto sobre la pesca, Reino Unido no puede quedar excepcionado en este campo de mantenimiento en la unión aduanero”, zanjó el titular de ARVI. 

La Xunta apunta a la negociación de acuerdos "como ocurre con Noruega"

La Consellería do Mar mantiene que "no hay cambios en el marco de acuerdo del Brexit en relación a la pesca". La negociación de acceso a los recursos del Reino Unido estarán condicionados siempre por su acceso al mercado europeo y en lo tocante a la pesca, recuerdan que "mientras las flotas de los países miembros de la Unión Europea puedan acceder a las aguas del Reino Unido, los ingleses podrán seguir introduciendo sus productos en el mercado común".
En cuanto al futuro, la Consellería destaca su deseo de mantener un "statu quo" que facilite la posición de la flota pesquera gallega en las aguas de bandera británica y que haga posible un acceso recíproco en los mercados y aguas en cuanto finalice el periodo de transición para la salida de la Unión Europea. La Xunta de Galicia encargó en 2016, cuando se realizó el referéndum del Brexit un informe sobre las consecuencias de este proceso en la pesca gallega.
"Como se recoge en el informe del Instituto Salvador de Madariaga de la Universidade de Coruña después del acuerdo de salida hay que negociar un acuerdo de pesca de la misma forma que se negocia por parte de la Unión Europea con otros estados del continente como Noruega, así como un acuerdo sobre el comercio", aseguran desde la Xunta.
La Consellería do Mar espera que los acuerdos del Brexit consigan ser favorables para el sector, uno de los grandes motores económicos de la comunidad autónoma, "defendiendo un Brexit que a largo plazo apueste por la sostenibilidad de la pesca", añaden. El acceso mutuo a los recursos, a las zonas pesqueras y al mercado es una de las principales preocupaciones que muestra el Gobierno autonómico, puesto que buena parte de los pescadores y trabajadores del sector que navegan por aguas del Reino Unido, como Gran Sol o las Mavinas, pertenecen a flota gallega.
"Esperamos que se permita preservar y mejorar la distribución de los totales admisibles de capturas (TAC) y las cuotas de pesca, una vez se termine el periodo de transición en diciembre del año 2020", destacan. "Es necesario que el futuro del sector pesquero cuente con un marco de gestión que garantice las sostenibilidad de nuestras poblaciones tras la salida del Reino Unido", añaden. 

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