El sector financiero ha cambiado de forma radical en los últimos años. En marzo de 1999 se firmaba el histórico protocolo de fusión de la cajas del sur de Galicia. Hoy en España solo quedan dos cajas
Los ocho grandes bancos españoles de la década de los 80 (Bilbao, Vizcaya, Banesto, Central, Hispano, Santander, Popular y Exterior) se han convertido en tres (Santander, BBVA y Popular) y apenas queda un rastro testimonial del sistema de 45 cajas de ahorros, solo dos pequeñas han sobrevivido (Ontinyent y Pollença). En Galicia, hace quince años (marzo de 1999) se firmaba el histórico protocolo de la fusión de las cajas del sur, Caixavigo, Caixa Ourense y Caixa de Pontevedra, para dar paso a Caixanova. Hoy ya no queda ni rastro.
La operación de Caixanova fue tan compleja que se hizo en dos fases, primero la unión de Caixavigo y Ourense y luego Pontevedra. El interés del Gobierno Fraga en conseguir una caja fuerte en el sur de Galicia y la intervención de sus conselleiros de Economía, José Antonio Orza, y de Política Territorial, José Cuiña, fue decisiva.
El 15 de marzo, lunes, los presidentes de Caixavigo, Ramón Cornejo; Caixa Ourense, Manuel Bermúdez; y de Caixa Pontevedra, Manuel Campos, firmaban el documento. Caixanova tuvo tres copresidentes el primer año de existencia hasta que llegó su primer presidente, Guillermo Alonso Jaúdenes, que procedía de Caixavigo, el segundo fue Julio Fernández Gayoso, en 2006.
Apenas cuatro años después de su creación, la antigua cúpula de Caixavigo copaba la dirección de Caixanova, tras la salida del director general adjunto Luis Carrera.
Quince años después ya no queda ni rastro de Caixavigo. La crisis financiera internacional atacó duramente a España con la reconversión de todo el sistema, que desencadenó la desaparición de las cajas. Galicia impulsó primero la fusión de sus dos cajas, Caixanova y Caixa Galicia en Novacaixagalicia, que finalmente fue intervenida por el Estado para convertirla en un banco y subastarla, el ganador de la puja el grupo Etcheverría-Banesco. n
