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Un bronce accidentado

Rodrigo Conde y Jordi Rodríguez, exhaustos, tras obtener la medalla de bronce en el Mundial sub-23.
photo_camera Rodrigo Conde y Jordi Rodríguez, exhaustos, tras obtener la medalla de bronce en el Mundial sub-23.

El moañés Rodrigo Conde pasó una odisea para finalizar con un bronce el Mundial sub-23

La medalla de bronce me sabe a oro", sentencia Rodrigo Conde sobre el Campeonato del Mundo de remo de categoría sub-23 disputado la pasada semana en la localidad búlgara de Plovdiv. 
El moañés y su compañero Jordi Rodríguez vivieron una cita cargada de incidencias, casi surrealista. El de O Morrazo explicó que "nos pusimos enfermos varios equipos. Igual fue por comida en mal estado o el agua, pero todos caímos. Hubo gente que tuvo que estar con suero y todo, bastante jodidos. A mí no me pegó tanto, pero mi compañero Jordi Rodríguez estuvo bastante mal. Yo tuve un día de bajón, con defensas bajas, como con gripe. Pero él estuvo peor". Una situación preocupante porque "no sabía cómo íbamos a ir hacia arriba porque faltaba un día para la competición y no podíamos levantarnos de cama. El médico y los entrenadores se movieron para solucionarlo". 
De hecho, la pareja española tenía potencial para luchar por las medallas, pero tuvieron que pasar las series, la repesca, las semifinales y la final. "El primer día no podíamos y tuvimos que disputar todas las series. El segundo estábamos mejor y rendimos bien. Cerca de los tiempos que veníamos haciendo en la preparación", explicó Conde.
El trabajo para llegar al Mundial sub-23 también fue accidentado porque "este año estoy con Jordi Rodríguez, de Tarragona. Cumplió años mi anterior compañero -Adriá Mitjavila- y siempre cuesta el cambio. Además, en Sevilla estaba remando con otro, pero no salió bien la combinación. Me juntaron con Jordi tres semanas antes del Mundial -oro en 2016-. Hicimos pruebas, íbamos más rápido y fue mejor. Estuvimos a un segundo del oro y es algo que me da mucha confianza para el futuro". 
El futuro pasa por un doble reto para Rodrigo Conde. El moañés quiere competir para estar en el próximo Mundial de la categoría sénior, aunque todavía tiene dos años por delante como sub-23. Además, "ya estuvimos en la repesca olímpica para Río, y ahora tengo en mente los siguientes Juegos. Lo pienso todos los días. Lo veo posible y, teniendo en cuenta las velocidades que dimos, podemos correr muy bien. Si voy al doble scull seguro que podemos hacer un gran papel, si entro en el equipo. Si no entro yo, seguro que el barco que vaya lo hará", manifiesta Rodrigo Conde.n

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