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Ser terceros es mucho

Los jugadores españoles bromean en el entrenamiento de ayer.
photo_camera Los jugadores españoles bromean en el entrenamiento de ayer.

España olvida la derrota ante Francia para lograr el bronce frente a Polonia (14:30, Tdp)

La selección española de balonmano deberá sobreponerse al varapalo que supuso la derrota encajada ante Francia en las semifinales para pelear hoy con Polonia por una medalla de bronce que premiaría el buen Mundial del conjunto español. Una prueba de madurez para un equipo español que ya conoce tanto la amargura que supone quedarse fuera de las medallas, tras concluir cuarto en el Europeo de Serbia 2012, como la alegría de subir al tercer escalón del podio, con el bronce que conquistó el pasado año en el Europeo de Dinamarca.
Sin embargo, a los de Manolo Cadenas no les bastará tan sólo con una buena predisposición para poder doblegar mañana a una selección polaca, que ya ha dejado en el camino en este Mundial a equipos de la talla de Suecia, a la que derrotó en octavos de final, y de Croacia, a la que venció en cuartos. Tal y como pudo comprobar el conjunto español en el amistoso que ambas selecciones disputaron en Oviedo días antes del inicio del campeonato y en el que España se impuso por 33-28, en un duelo en el que los polacos dominaron el marcador hasta mediada la segunda parte.
Una remontada en la que jugó un papel fundamental la decisión del preparador español de apostar en los minutos finales por una defensa 5.1 más abierta –y con el cangués Rodrigo Corrales en portería–, que acentuó los problemas en la dirección del juego de Polonia, que ausente el lesionado Bartlomiej Jaszka, carece de un central nato. Esta circunstancia ha obligado a asumir la organización del ataque al lateral del extinto Atlético de Madrid Mariusz Jurkiewicz, uno de los más destacados del conjunto polaco en este Mundial, junto con el 'cañonero' Michal Jurecki, la principal referencia ofensiva de los eslavos. El menor de los hermanos Jurecki, autor de nueve tantos en la semifinal ante Catar, no será, sin embargo, la única preocupación de España ante un equipo polaco, que tiene en el pivote Kamil Syprzak otro de sus hombres a vigilar. El gigantesco pivote polaco, que ya causó numerosos problemas a los de Cadenas en el amistoso de Oviedo, ha ido ganando cada vez mayor peso en el ataque polaco, obligado a cambiar sus costumbres con la baja de su gran estrella, el lateral Krzysztof Lijewski, lesionado durante el torneo.
Pero si exigente será el compromiso para la selección española en defensa, donde podrá contar finalmente con Viran Morros, pese a las brechas que sufrió en la ceja, pómulo y lengua ante Francia, no menos dificultades entrañará a superar el rocoso 6.0 defensivo del conjunto polaco. A la fluidez, el conjunto español deberá añadir la efectividad en el lanzamiento de la que careció en la segunda parte de la semifinal ante Francia, si quiere superar al guardameta polaco Slawomir Szmal, elegido mejor jugador del mundo en 2009.
Última barrera para una selección española que intentará cerrar su participación en Doha con una medalla de bronce, que vendría acompañada del premio de organizar uno de los tres torneos clasificatorios para Río 2016, si Francia cumple los pronósticos y vence a la sorprendente Qatar en la gran final.n

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