REAL MADRID-NÁPOLES

El campeón no perdona

Casemiro celebra su gol ante la mirada del portero del Nápoles Pepe Reina, ayer en el Bernabéu.
photo_camera Casemiro celebra su gol ante la mirada del portero del Nápoles Pepe Reina, ayer en el Bernabéu.

El Real Madrid remonta ante el Nápoles y cobra ventaja en su eliminatoria de octavos

El Real Madrid encarriló los octavos de final de la Liga de Campeones encontrando el premio al planteamiento valiente con presión alta de Zinedine Zidane para remontar al Nápoles y mostrar, tras un esfuerzo titánico, credenciales de campeón (3-1).
Era el día para brillar. Un partido especial en un día señalado cura las heridas. Lo entendió al fin Benzema, a quien el madridismo más que acierto le pide actitud. Mordió desde el pitido inicial. Se cumplían 25 segundos cuando generaba la primera ocasión clara.
No podía haber mensaje más contundente inicial y respuesta de mayor valentía. El Nápoles sólo se encerraría contra su voluntad, por las líneas adelantadas que marcó Zidane para restarle verticalidad. Pero el descaro del grupo dirigido por Maurizio Sarri es innato. No elabora, juega directo. Golpea. Podía ser de locos aceptar el intercambio de golpes o de genio. Y le comenzó saliendo bien la jugada.
Un golpe mermaba a Ramos. Marcelo no encontraba puerta con su disparo y tras dos llegadas que avisaban a Keylor que debía estar despierto en las salidas, de la nada llegó un directo inesperado al rostro madridista. Una mala salida de jugada costó cara. Lo vio Insigne, que castigó el error sin necesidad de avanzar. Su disparo lejano se coló en la portería blanca.
No había tiempo para las lamentaciones. El Nápoles mostraba las razones de sus meses sin derrotas y obligaba al Real Madrid a dar lo mejor de sí. Agarrarse a un partido loco era la mejor opción y la intensidad que metieron los de Zidane fue clave. Todo acababa en Benzema, que tras un balón pinchado magistralmente por Cristiano mandaba fuera su primer testarazo. Al siguiente se quitó una espina clavada en el Bernabéu. Carvajal, que firmó un partido para enmarcar, culminaba una subida con un pase de lujo con el exterior medido a la testa de Karim que extendía su idilio con la 'Champions'.
La segunda parte sería decisiva en el desenlace del duelo. El Nápoles no especuló y su valentía fue castigada con dureza. Donde comenzó a deslumbrar al mundo cayó Cristiano y desde el costado derecho desató una bicicleta recordando viejos tiempos y su pase atrás lo remató Kroos con uno de sus disparos que son pases a la red. Era el minuto 49. Pero quedaba más. La presión trabajada del equipo de Zidane dio su premio en la lucha de James. El balón llovió del cielo a Casemiro que enganchó una volea magnífica para el 3-1.
Ambos pudieron marcar en los últimos minutos, pero el marcador ya no se movería más.

Real Madrid: 
Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos (Pepe, m.70), Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; James (Lucas Vázquez, m.76), Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.81).
Nápoles: 
Reina, Hysaj, Raúl Albiol, Koulibaly, Ghoulam, Diawara, Zielinski (Allan, m.74), Hamsik (Milik, m.84), Callejón, Insigne y Mertens.
Goles: 
0-1, m. 8: Insigne. 1-1, m.18: Benzema. 2-1, m.49: Kroos. 3-1, m.54: Casemiro.
Árbitro: 
Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Ramos, Modric, Zielinski y Mertens.
Incidencias: 
Encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno con 83.500 espectadores

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